Si la historia hubiese tomado otro curso este podría haber sido el tercer o cuarto trabajo de Memorandum; su primera etapa más apegada al Nu Metal era indudablemente menos original que el sonido que desarrollan en la actualidad, pero ya había buen material y sorprendía lo inusitadamente bien que sonaban a pesar de su juventud. Pero el tiempo pasó, y por unos u otros motivos nunca reflejaron sus canciones en un plástico, así que nos encontramos en 2015 con una banda que debuta en un excepcional grado de madurez.
No es el sol, es una estrella normal no es solamente uno de los mejores trabajos de esta zona durante este año, ni siquiera les pone solamente a la vanguardia musical de este país. Este disco es, me atrevo a decirlo, uno de los mejores que ha caído en nuestras manos en mucho tiempo, a cualquier nivel.
Su ansia de experimentar hace que sea riquísimo en recursos y sonoridades. Musicalmente rompen con cualquier estructura convencional dejándose fluir por parajes evocadores que se acompañan de letras que, a pesar de estar en castellano, quedan semiescondidas dejando al oyente gran parte de la responsabilidad de llenarlas de significado. Juegan a cruzar referencias que dejan chispas de luz aquí y allá pero que acaban por conducir más dentro de un laberinto irresoluble.
Contar con la experiencia y buen hacer de Javier G. F. Escudero en los Estudios Cubex de Mortera y la masterización de Manuel Cabezalí (Havalina) ha conseguido que no sólo se intuya una gran banda con grandes ideas, si no que se muestre en su plenitud, con la claridad de sonido y la pegada de los discos más grandes.
Comentario por Oskar Sánchez
Fotografía por MEMORANDUM