¿Es “The Book of Souls” el mejor disco que han grabado nunca Iron Maiden, tal y como Nicko McBrain parece haber afirmado en una entrevista a The Irish Times? Ciertamente no. A veces en mi grupo de amigos hemos jugado a ordenar los álbumes de la doncella en orden de preferencia, y dudo que muchos de los fans que participasen en este divertimento pusiesen el nuevo album en alguno de los diez primeros puestos. No creo que los Maiden de 2015 puedan soñar con aproximarse a la creatividad y talento de su etapa clásica, pero sin embargo tampoco creo que este disco sea uno de esos que te hacen pensar que una retirada a tiempo es una victoria.
Muchos seguidores siguen pensando que Iron Maiden debería dejarse de canciones largas y progresivas y volver a componer temas mucho más directos. Yo soy de la opinión contraria, no es cuestión de gusto personal, porque a pesar de que algunas de mis favoritas de toda su historia son “The Rime of the Ancient Mariner” o “Seventh Son of a Seventh Son”, también he disfrutado como el que más con “Tailgunner”, “Aces High” o “Be Quick or Be Death”, por ejemplo. Sencillamente pienso que una banda es más creíble y compone mejor material cuando hace lo que siente que cuando intenta contentar al fan. No es un secreto que cada vez más tienden a estos terrenos y yo antes les reprocharía autoguiños como el Uoo-O-O-O- de “The Red and the Black” a que por fin se atrevan a meterse en minutajes cercanos a la media hora.
Este doble está lleno de buenos momentos instrumentales, especialmente en los temas largos, en los que por un momento olvidan quienes son y que se supone que deben ofrecer. Sin embargo adolece de singles claros, algunas de sus canciones podrán camuflarse entre el material clásico en esta gira de presentación, aunque dudo que ninguno sobreviva mucho más allá. Dejando de lado las giras conmemorativas Maiden siempre han apostado por sus nuevos retoños de manera clara, pero el peso de la historia es demasiado como para permitir que muchos más temas crucen la puerta, para incorporarse al repertorio de aquí a unos años.
El resultado conjunto de The Book of Souls es medio. No es el batacazo que supuso “The Final Frontiers”, tampoco es la nueva esperanza que vino de la mano de “Brave New World”, pero se puede medir con orgullo con sus últimos hermanos “A Matter of Life and Death” o “Dance of Death”, aportando un nuevo paso más firme que en otras ocasiones hacia terrenos progresivos que podrían darnos sorpresas en el futuro discográfico, si le hay.
Comentario por Oskar Sánchez
Fotografía por IRON MAIDEN