Hay bandas que deciden antes de formarse a quien quieren parecerse y siguen ese patrón como un dogma, disco tras disco. Luego hay otras que van desliando una maneja de sonidos de aquí y de allá, que deciden tomarse su propia existencia musical como un camino a descubrir en el que cada nuevo paso es algo incierto. Suelen ser estas últimas las que, al mirar su carrera en retrospectiva, resultan más interesantes. Las que no tienen miedo a dar un paso en falso, las que se atreven a desatar el nudo del norai y navegar.
Bajo el ambiguo nombre de “Tornado”, Lazy nos daban la sorpresa de presentar un album en castellano tras haber utilizado desde el inicio el inglés como idioma principal, con algún guiño al francés. Todos los que escuchamos música sabemos que cambiar el idioma no afecta sólo al plano en el que se coloca la historia que se cuenta, si no que también cambia gran parte de la sonoridad de la banda. Sin embargo tengo que decir que en el caso de Lazy ese cambio no ha sido demasiado dramático, me ha costado mi decena de escuchas hacerme del todo, pero tras ese proceso creo que ya estoy listo para ponerme sus albumes en random y comprobar que realmente se han quedado muchas más de sus señas de identidad de las que se han marchado. Y es que lo curioso del tema es que la musica de Lazy ha ido acumulando virtudes de cada una de las etapas que ha cruzado. La redondez de los singles, las melodías pop, la desnudez de las acústicas o la precisión en los matices y los arreglos. Todo ha conllevado un aprendizaje, a veces fruto de la necesidad, pero siempre arrastrando trabajo y constancia.
A la ruptura idiomática se le añade un nuevo enfoque para la producción menos espartana y añadiendo más capas e incluso una sección de vientos en un par de temas. Este nuevo enfoque deja entrever algunas de sus influencias más sesenteras y setenteras que siempre han estado en la retaguardia, pero asoman ahora de manera más evidente. La responsabilidad en este aspecto la comparten con Javier G.F. Escudero de estudios Cubex en Mompía, de donde está saliendo últimamente material interesantísimo.
En el aspecto gráfico también reflejan esas ganas de avanzar en distintas direcciones, ya que se diferencia por completo de sus dos anteriores. En esta ocasión no se han ido muy lejos y han contado con la mano de Juan Arredondo (Compañero de David G. en Sierra Nevada) cuyo estilo icónico consigue una sencilla pero memorable portada.
Comentario por Oskar Sánchez
Fotografía por LAZY