Hablar de Anticlerical es, sin lugar a dudas, hablar de la historia de la tiza en Cantabria. Cabe destacar que apenas había bandas de estas características por aquí. Tal vez unos Brutal Asquerosity, o unos Abhorrent, pero el caso que nos ocupa fue el único que pude ver yo en directo cuando aquello, y el único, creo, que llegó a registrar alguna demo.
Lo flipaba escuchando aquel split cassette con KDK en el que demostraban ser una aberrada versión del Death Metal que me gustaba, con toques Carcass por aquí, Bolt Thrower por allá, y algo de Napalm Death, entre otros estilos. Pero es que, no sé si será casualidad, también oigo algo de Demilich o Autopsy, con esos riffs mórbidos y llenos de extrañas estructuras. La voz hiper cavernosa ayudaba a introducirte en su mundo gore y de protesta a un mundo lleno de hipocresía clerical, política y social.
Yendo a lo que es el CD propiamente dicho, lo primero que llama la atención de esta edición conjunta entre varios sellos (Odio Sonoro, Humanicide Records, Dead Sheep Producciones, Producciones Tudancas, Brutal Arratia y FAK Records) es la cantidad de temas que hay, y es que Anticlerical tenían ese rollo Grindcore de temas cortos y directos, pero hay que añadir que este “Anticlerical 1991-1996: Descanse en paz” está compuesto por todos los trabajos que grabaron -editados o no- en su corta pero prolífica trayectoria.
El libreto está cuidado, no ya sólo por su diseño, sino por una extensa e interesantísima biografía de la banda, y de la escena en sí práctiamente, realizada por Fabio Mendez, personaje mítico también de la escena y muy cercano al grupo. Un texto impresionante que trae a la memoria un montón de recuerdos y, por qué no, nostalgia.
El album abre con un trabajo completamente inédito, lo que iba a haber sido su primer larga duración: Extrañas Sensaciones. Dicho trabajo fue grabado en Madrid, con cierto presupuesto y con el amparo de una discográfica. Por lo visto, y sin demasiadas explicaciones, el master se quedó en el estudio. Sin embargo, y por casualidades del destino, se llegó a sacar al menos una copia para vete a saber qué, y gracias al puto infierno volvíó a manos de la banda no hace mucho. El Cristo ya estaba montado… Sin tardar demasiado, remasterizaron y restauraron la copia, lo juntaron con otros temas destinados originalmente a recopilatorios, las dos demos, algún tema en directo y… aquí tenemos el disco por el que Anticlerical ya puede descansar en paz. Un album repleto de cañonazos grinders, con reminiscencias Death Metal old school creadas por una banda que podría haber dado mucho más que hablar y que hartos de las mierdas de la vida, decidieron dar el cierre prematuro a una propuesta con un prometedor futuro. Typical Cantabrian…
Así que, no sólo los nostálgicos apreciaremos este disco, sino también los pocos chavales que pueblan esta nueva hornada de amantes de la violencia sónica, ruidosa, aplastante y sucia de la que Anticlerical hacían buena gala.
Comentario por Javier Sixto
Fotografía por ANTICLERICAL