En los últimos años, Cantabria ha ido mirando, como en otras comunidades del norte peninsular, hacia su antiguo pasado prerrománico, medieval y mitológico, con muchas referencias culturales de todo tipo. La música ha sido una de ellas, influenciando dicho pasado a diversos estilos; ya sean tradicionales, como el propio folk escuchado en los pueblos y su mezcla con música propiamente celta o medieval; o bien penetrando en otros más contemporáneos como rock e incluso el metal.
En este caso tenemos entre manos el proyecto personal de Erun, llamado Briargh que se sumerge profundamente en las raíces de Cantabria, tanto en su historia antigua como en el impacto personal que transmite su naturaleza y clima. Todo a través de la música y concretamente a través del metal extremo en varias vertientes.
Tras salir de un grupo volcado en el Pagan Metal cántabro como CrystalMoors, y con más historias musicales entre sus zarpas, Erun decidió centrarse en otro proyecto que ya había puesto en marcha relacionado con la mitología cántabra de una forma mucho más personal y oscura, junto con otros conceptos musicales que ya iba desarrollando en sus otros grupos, dando lugar a la modelación de Briargh y a la salida de su último disco llamado Eboros.
El resultado es un trabajo de pagan metal de raíces celtas, combinado con muchas partes de black metal, llevándonos por un viaje melancólico y nostálgico por Cantabria, sobre todo a partir de medios tiempos de guitarras melódicas, voces desgarradas evocando desesperación y tristeza en tres idiomas diferentes: (castellano, inglés y protocelta), con una sonoridad cruda y pútrida cual tronco del roble carcomido por la humedad y el tiempo (qué profundo me ha quedado esto). La unión de estos aspectos nos lleva a una sensación de desolación y penumbra interior muy bien trabajada, retocada con la utilización de teclados y samplers empleados adecuadamente en diversos pasajes instrumentales y formando parte de varios temas; La aportación femenina a las voces de Enserune, profundiza en ese mal rollo melancólico que nos deja el disco. Quizá la parte menos compactada pueda ser las rítmicas de batería, por ser un tanto repetitiva en ciertos patrones, aunque la producción primitiva de la misma creo que es acertada.
En general se nota cierta madurez en todo el conjunto compositivo, como consecuencia de un desarrollo sólido del proyecto: un aspecto muy importante en este estilo, del cual creo que muchos grupos no consiguen transmitir y adolecen de falta de personalidad.
Comentario por Sewin
Fotografía por BRIARGH