Allá por 2012, cuando Erun Dagoth abandonó CrystalMoors parecía lógico pensar que aquella era una herida mortal. No en vano CrystalMoors fue su criatura y proyecto en solitario durante algo más del primer lustro de existencia, siendo además su impronta una de las principales en la composición de todo el material posterior.
Definirse a si mismos como clan no es una mera cuestión estética; el regreso de Faramir a la horda dio sensación de unidad y coherencia, CrystalMoors seguirían siendo CrystalMoors y así se han encargado de defenderlo en directo con uno de los shows más creíbles y honestos, dentro de este estilo, en toda la península.
Pese a todas las dificultades de llevar una bandera de este peso, cuando la vida va imponiendo su ritmo y sus distancias al margen de la música, Crystal no se han conformado con mantener las posiciones si no que han lanzado una ofensiva en toda regla con un álbum doble que les lleva más allá de lo que nunca han estado.
Se adentran como nunca en sonidos épicos sin perder ni una gota de agresividad, los pasajes folk tienen más presencia y a la vez el rango de elementos metálicos es variado pero consistente. Uruksoth deslumbra con un registro apabullante lleno de matices en un campo tan dificil para ello como son las voces guturales.
El segundo CD nos ofrece un registro acústico inédito en la banda, acercándose al Dark Folk en un pequeño recopilatorio que incluye temas de este y otros trabajos bajo esta nueva mirada. El resultado es sencillamente espectacular y hace de este lanzamiento una pieza única dentro de su carrera y un disco muy a tener en cuenta dentro del panorama pagano en cualquier lugar del mundo.
Comentario por Oskar Sánchez
Fotografía por CRYSTALMOORS