Jardín de la Croix es una banda madrileña de post rock instrumental que nació a mediados de la primera década del nuevo siglo. Pese a la gran cantidad de bandas que podrían encajar con la misma historia, recordemos el gran boom del género hizo que se creasen grupos de post -rock como champiñones, los Jardín no son una más. Excelentes músicos y mejores personas, los conocimos en el Stonefest de Asturias allá por 2013, hay que destacar que le dedicaron un videoclip a Nikola Tesla, cosa que dice mucho en su favor.
Personalmente, yo veo la música de Jardín de la Croix de la siguiente manera: cada instrumento tiene una línea muy marcada, pero que se cruzan y solapan creando una armonía caótica, única en cada canción, como los hilos en una telaraña.
Circadia sigue la estela de su anterior referencia, 187 Steps to Cross the Universe, que tengo el placer de poseer en vinilo (y que suena que atrona!!!), manteniendo el estilo propio y ahondando en él, dando más profundidad si cabe a su música con la adición de teclados.
El disco se inicia con Seventeen Years to Hatch an Invasion, un tema frenético desde los segundos iniciales que no deja momento alguno para respirar hasta bien pasados cinco minutos.
Reversion, como su mismo nombre indica, nos trae casi lo opuesto a la canción pasada. Medios tempos y una melodía que me recuerda mucho a los japoneses Toe o incluso a las canciones más luminosas de Alcest. Pero no os engañéis, el estilo propio de Jardín sale a relucir a partir del minuto dos.
Intermareals marca discretamente la transición hacia una pequeña parte del disco más oscura, cuyo culmen es Green Architect, una canción que empieza tímidamente y con saltos, para sumirnos en un ambiente cada vez más opresivo.
Trail from Alaska es una canción para cerrar los ojos y dejarte llevar. Si nos inventamos una historia en función del título, partimos en un viaje por paisajes deslumbrantes bajo el delicado influjo de la nieve, pero en cuanto cae la noche, todo se vuelve en contra de nosotros, aumenta la tensión y nos perdemos mientras escapamos de los lobos.
Como colofón final, la pieza más delicada de las que componen el disco. Flowers and Carrion comienza con una evocadora melodía de piano, sonidos naturales y samplers electrónicos. De nuevo la canción completa es muy del estilo Toe. Pese a tener partes más movidas, en mi opinión no acaba de arrancar.
En resumen, nuevo disco de Jardín de la Croix, la creme de la creme del post-rock en España, que pone el listón muy alto para futuros trabajos. Me ha gustado nivel “ojalá estuviese en España para volver a verlos en concierto”.
Comentario por Pablo Higuera
Fotografía por JARDÍN DE LA CROIX