Comenzaré esta reseña diciendo que a Myrath los conozco desde hace muy poco tiempo, pero al empezar a buscar información del grupo, descubrí que son fanáticos de Symphony X y como es una de mis bandas favoritas ya les empecé a escuchar con más atención. Su tercer álbum se llama Legacy y es un auténtico descubrimiento.
Melodía occidental y oriental a partes iguales, guitarras eléctricas afiladas y orquestaciones de película de aventuras (a mi la primera imagen metal al escuchar este disco fue Lawrence de Arabia). Es una constante imbricación de los elementos de los dos mundos y funciona, con ellos uno no siente que ninguna parte esté siendo metida con calzador, sino que funciona siempre. Todas las canciones están a un nivel espectacular, pero destacan la dupla que abre el disco Jasmin-Believer, una potente intro instrumental y un himno de metal progresivo y melodía, la emotiva Nobody’s Lives con su estribillo en árabe muy sentido y un solo de guitarra auténticamente espectacular. O las épicas Through Your Eyes y Duat, por mencionar unas cantas cuyo nivel es aún más elevado que la media del disco. La temática de sus letras habla de temas de actualidad de lucha contra el poder (es una banda de Túnez), de resistencia y también de amor y pérdida, reservando dos piezas para la Fantasía una sobre Egipto y otra sobre Canción de Hielo y Fuego.
Creo que no sería justo decir que probablemente lo mejor (en un disco donde todo está a un nivel de 10, producción, baterías, orquestaciones, guitarras/solos) es su espectacular cantante Zaher Zorgati, dotado de una voz donde destacan potencia y emotividad a partes iguales, tanto en inglés como en árabe. Sin duda una de las mayores sorpresas que me he llevado en tiempo, siendo de esos discos que te los escuchas enteros y cuando acaban, vuelves a dar al play.
Comentario por Juan Eguíluz
Fotografía por MYRATH