No es ningún secreto para los que me conocen que, a mi parecer, Corey Taylor es uno de los mejores frontman que nos podemos encontrar a día de hoy, y a pesar de que haya alcanzado sus mayores éxitos con Slipknot ya llevaba unos añitos en activo en Stone Sour cuando el éxito les alcanzó.
Este pasado 2017, Stone Sour ha editado su sexto trabajo y creo que con él, más que nunca, están demostrando que aunque sean una banda paralela a Slipknot, tienen un hueco más que merecido dentro de la escena rock actual.
Y es que parece que los de Iowa han querido resarcirse de sus dos anteriores (y bajo mi punto de vista, bastante decepcionantes) trabajos y han puesto toda la carne en el asador en este sexto trabajo ofreciéndonos un álbum de nada más y nada menos que quince temas.
El disco abre con “YSIF”, un tema instrumental de dos minutos en el que nos dan la bienvenida con un caluroso “Hello, you bastards” y que nos hace entrar un poco en calor para lo que se nos va a venir encima.
Desde “TaipeiPerson/Allahteah” hasta “Rose Red Violent Blue (This Song Is Dumb & So Am I)” nos encontramos con una sucesión de temas con varios de los elementos que han caracterizado siempre a Stone Sour, como solos muy trabajados, guitarras muy potentes y baterías impecables, que combinan a la perfección con esa voz cargada de rabia a a ratos y tan calmada otras veces como sólo sabe hacerlo Corey Taylor, en los que cabe destacar las impresionantes líneas de bajo de “Knievel Has Landed” o los constantemente cambiantes riffs de “Hydrograd”, tema que da nombre al álbum.
Con “Song #3”, “Fabuless” y “Rose Red Violent Blue (This Song Is Dumb & So Am I)” queda más que constatado que una de las mayores habilidades de esta banda es escoger los singles de sus álbumes. Tres canciones muy diferentes entre sí pero que funcionan de manera increíble y que también ponen de manifiesto lo geniales y divertidísimos que son sus videoclips.
“The Witness Tree” es probablemente el tema que menos me gusta de su nuevo trabajo. Un corte facilón que parece hecho para enganchar a los fans, muy del estilo de sus anterior trabajo. Y aunque yo no sea muy de este tipo de temas, he de reconocer que “Thanks God It’s Over” es uno de esos a los que, efectivamente, le va genial el título. Un tema con guitarras pesadas y una letra muy potente y que resulta perfecto para esos días en los que llegas a casa hartísimo porque has tenido un día de mierda.
…Y después nos encontramos con “St. Marie”, una balada que, si bien al principio he de reconocer que gustó especialmente, ahora me tiene enganchadísima. Una canción suave con ciertos toques country y un coro en el estribillo que no hace sino que la canción coja cada vez más fuerza.
Tras éste encontramos dos señores temazos como son “Mercy” y “Whiplash Pants”. Reconozco que la primera vez que escuché ésta última el culo se me cayó al suelo pensando que a Youtube se le había ido la pinza y me habían puesto un vídeo de Linkin Park (entendamos, la época nada molona de Linkin Park como cualquier cosa hecha más allá del Meteora), pero afortunadamente ese momento pasó y se me cayó el culo al suelo, efectivamente, pero porque literalmente flipé con el que se ha convertido en mi tema favorito junto con “Somebody Stole My Eyes” que es para mi el TEMAZO del disco. Una canción cargada de hostilidad, de mala leche y de melodías se guitarra rápidas y fuertes. Lo que viene siendo, básicamente, todo un trallazo a la cabeza.
Y los amigos de Stone Sour cierran este álbum con “When The Fever Broke”, mucho más calmado, con un tinte triste y melancólico pero que por otra parte deja con un muy buen sabor de boca y con ganas de darle otra vuelta a al disco.
En definitiva, da gusto cuando una de tus bandas favoritas cumple tus expectativas con uno de sus trabajos, y más teniendo en cuenta de que venían del más bien flojillo disco doble “House of Gold And Bones”, pero es un gustazo enorme cuando las sobrepasa.
Los que no vamos al Resurrection de este año estamos rezando a Batman, a Dumbledore o a quien buenamente sea para que anuncien una fecha más en nuestro país así que ya sabéis… ¡¡Cruzad hasta los dedos de los pies!!
Comentario por Isa Ortega
Fotografía por STONE SOUR