Seven Stages of Grief es el álbum debut de esta banda cántabra llamada Orion Saiph. Llevan trabajando varios años en estas “siete etapas del duelo” y nos encontramos con un trabajo muy sólido de Metal Progresivo donde destacan las melodías tanto de las guitarras, como de las voces, los cambios no sólo de ritmo sino también de intensidad y de estilo, porque a lo largo del disco hay momentos más cercanos al heavy, otros más al jazz e incluso alguno más cercano al metal extremo. Algo que caracteriza todo su sonido, es la presencia de elementos sonoros orientales, tanto en melodías de guitarra, riffs, como en los violines, un detalle que enriquece mucho la obra.
El comienzo con Pain, Grief and Sorrow, es una toda una declaración de intenciones. Después de haberlo escuchado muchas veces al completo, les encuentro influencias diversas, desde Dream Theater a Symphony X (más por el tema de solos, que porque suenen a ellos) y hay varios momentos en que me recuerdan a los primeros Bifrost, pero tienen un sonido propio, no suenan a nadie que no sean ellos mismos, suenan a Orion Saiph.
En el apartado musical me gustaría destacar trabajo de las guitarras, es excepcional en todo el disco, los riff, las melodías, su sonido y los solos (necesito volver a verles en directo, para saber quién toca cuál), hay un trabajo de compenetración entra Paula y Jose genial. La base rítmica es muy sólida la labor de Oskar al bajo aporta contundencia y profundidad a las canciones y las baterías de Adri, son complejas y llenas de acentuaciones en los platos y con una enorme labor con el bombo. La voz de Jhonny es una de las cosas que más me ha gustado, sólo conocía su faceta más extrema con Mystica y no sabía que tuviera una vertiente melódica hard rockera tan guapa. Su voz aporta calidez y un sonido más cercano al hard rock americano, que contrasta con los riffs agresivos de muchas de las canciones, pero no olvida sus raíces extremas con algunos buenos guturales. Además de la labor de Jhonny en el aspecto vocal hay una labor muy trabajada con los coros, dos voces, tres voces, masculinos y femeninos, que le aportan más capas y se convierten en otra de las características de su sonido.
Son pocas las obras de metal donde podemos escuchar a una violinista y la incorporación de Azu a la banda les añade una sonoridad única muy melódica y muy prog, por ejemplo en el final de Breaker of Chains. Además Azu también mete teclados a varias de las canciones que ganan en profundidad y en matices.
Todo el disco fluye de maravilla de unas canciones a otras, pero como en todas las obras siempre hay alguna que destaca mis favoritas son Final Spring con ese sólo final y esos coros tan melódicos, Serotonin que tiene un algo que me atrapa, esas guitarras tan melódicas, la estructura… y la pieza que finaliza la obra The Hunter’s Fall.
Ha tardado en llegar, pero el resultado ha sido genial, ahora sólo nos queda poder disfrutar de esta obra en directo. No os olvidéis de visitar su Bandcamp, podéis llevaros alguna sorpresa, y para quienes tengan curiosidad por su nombre recomiendo un vistazo a la Wikipedia.
Comentario por Satanuco
Fotografía por Jhonny Gleez
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