Cada nueva corriente musical carga en la mochila con el peso de un montón de viejos que gritan a los cuatro vientos que todo ya estaba inventado, mientras agitan sus cachabas al aire. Pero los viejos mueren y la música sigue. Puedes quedarte en la estación llorando por el tren que pasó, o intentar disfrutar de cada nuevo viaje que se te presente como oportunidad. Al final, pasan las tendencias y quedan bandas malas y bandas buenas. Lo importante es lo que una banda consiga transmitir, y lo de menos son las estrategias que utilicen para comunicar su mensaje. Burning the Waves, son de los que trascienden el estilo y te meten en su rollo a empujones.
Fuego y agua, melodía y fuerza. The World Behind Us es un desparrame de energía juvenil y mala hostia que te golpea en la cara como el puño de la portada del Fistful of Metal o el Vulgar display of Power. Seguro que su nombre-de-tres-palabras ya te ha dado algunas pistas, pero te voy a ayudar a afinar más, contándote que su sonido se encuadra en la corriente Metalcore / Deathcore, con guturales muy agresivos y muy pocos guiños a los estribillos melódicos, a los que conceden menos relevancia que en su anterior EP Atlantis. Reconocen como influencias a bandas como Parkway Drive, Thy Art is Murder o August Burn Red; cuando se enrevesan me traen a la cabeza a los americanos Fallujah, aunque en general son bastante más directos a la encía. Las señas de identidad del estilo, como las melodías de punteos de guitarra sobre los precisos riffs o los breakdowns más pesados y cabezones son las que marcan la dirección principal, convirtiendo este largo en una auténtica máquina de matar palomas.
Como es natural el arma principal del grupo es el directo, y se están dejando los cuernos en que su influencia supere el ámbito local. Son conscientes de que su estilo no tiene un público mayoritario en nuestro país, incluso entre los aficionados al metal, acostumbrados a propuestas más clásicas. Se han visto en la dificil situación de levantar al público al ser teloneros de grupos como Avalanch o Sober, pero al final de cada uno de ellos han conseguido un nutrido número de nuevos seguidores. También se llevaron el “Juvecant” de 2018, porque al que pillan delante le peinan para atrás, quiera o no quiera. Desde luego tienen un álbum capaz de tumbar paredes y fronteras. Funcionan de manera absolutamente autogestionada, así que el apoyo que podáis darles es fundamental, os animamos a escucharlo y correr la voz.