Cuando descubrí Noche de Rock me enganché entre otras muchas cosas porque no paraba de descubrir grupos, pero es que desde que tenemos la playlist semanal de Spotify para el disco de la semana, la cantidad de bandas que descubro se ha multiplicado por mil.
Rise to fall fue una de esas que dije ¡Coño, cómo suenan estos!, hasta el punto de ir a buscar más sobre la banda después de ponerme un par de temas de este Into Zero.
Descubro que es una banda de Bilbao y que en la escena local son bastante conocidos, pero, me cago en la leche, qué pedazo de disco se han montado estos cinco animales. Los cinco beben de In Flames por todos lados. Pero con una garra propia, una energía y sobre todo una producción de muchísimo nivel.
¿Qué se puede contar más de Into Zero? Pues que del primer al último tema se nota que hay mucho curro detrás. Después de vueltas y vueltas, me da la impresión de que los temas están muy bien elegidos, como se debe hacer un disco desde mi posiblemente antiguo punto de vista. Me da la impresión de que cada canción está elegida con mimo, como en un buen concierto, donde una banda sabe darte pequeños respiros y cuando estás ahí medio atontao ¡¡ZAS!! Zapatazo en toda la jeta con Temptation Feeds on Our Weaknesses, un tema que le sobra calidad como para abrir el disco. La elección de canciones sigue jugando al gato y al ratón en los doce – ¡12! – temas todos ellos super cuidados. Algunos más o menos melódicos y muchos muchos zapatazos, que aquí hemos venido a que nos den caña. Hasta el último tema, un genial White Canvas que con el título parece decirlo todo; nos vamos ya, pero volveremos con más.
Hay un grupo de death melódico que me pegó en su día un bofetón similar y fueron Scar Symmetry. Me sorprendieron muchas cosas de ese grupo y creo que ver en este Into Zero influencias de sus primeros discos en los arreglos de muchos de los temas.
Pero qué sabré yo de arreglos ni influencias, si lo que a mi me mola de un disco es que me haga sentir cosas y mover la cabeza. Into Zero es de los que no sólo me hace mover la cabeza, si no darle a la batería cuando algunos temas me piden a gritos que suba el volumen. Se disfruta muchísimo, y sin ninguna duda es un trabajo a la altura de bandas con muchísimo más nombre.
Da gusto encontrarte con discos así y este ha sido uno de mis descubrimientos de este año. Me lo quedo, me lo apunto y me muero de ganas de ir a verlos y pillarles una camiseta. ¡Ah! Casi se me olvida, los tíos acaban de volver de gira por Japón. Algo deben estar haciendo bien.
Jose, el de Alemania