Ídolos del Extrarradio pone sobre la mesa ‘Discurso Canibal’, séptimo trabajo ya de la banda cántabra, haciendo gala de madurez en este nuevo proyecto y demostrando muy claras sus intenciones en el mensaje a emitir.
Es un ejercicio realmente divertido enfrentarse a la revisión de un ‘Discurso Canibal’ desde la posición de una “reseña formal”. Desde el momento en el que el trabajo te evoca un tono descarnado y visceral con cierto desprecio por la sociedad de masas, no puedes más que sentirte pedante e insustancial en contraste con el mensaje tan directo que trasmite el disco.
Durante la grabación, Ídolos del Extrarradio destripan los aspectos más enfermizos de la sociedad con dardos tan punzantes en sus letras como: “Nuestros errores han mutado en estigmas”, “El padre golpea a las crías, las crías golpean peluches”, “¿Banderas como único plato?” o mi preferida “Hoy el congreso huele a Brumel”, por expresar tan gráficamente una realidad de la política actual, que se podría extrapolar perfectamente a tiempos pasados y seguramente a tiempos futuros. De esta manera, abordan temas como la política rancia, el clasismo, los estragos de las redes sociales o las causas y consecuencias del acoso escolar, desde perspectivas un tanto más allá de los discursos oficiales.
Musicalmente lo envuelven todo en un entorno de punk-rock rabioso con, quizá, un toque psycho-billy, en canciones que comienzan cuando empieza la historia y que terminan cuando se ha acabado lo que se iba a decir, sin extensiones innecesarias. Tanto la producción como la ejecución de la banda han pasado el suficiente tiempo en cocción para dejar un disco redondo sin perder la frescura que necesita un concepto como el que trabaja el grupo.
En definitiva, un gran disco para escuchar con las letras delante, para remover los conceptos con los que nos bombardean para atentar apuntalarlos en nuestras cabezas, aportando diferentes puntos de vista, estés de acuerdo o no con ellos. O para oír taconeando en un bar cerveza en mano, debatiendo acerca de las patologías que afectan a nuestro entorno. O simplemente para oír y disfrutar.
Juan Manuel Pinto