Noctem han sido uno de los responsables de romper la dichosa barrera entre “lo de aquí” y “lo de fuera”, desde los primeros años de la banda, hace ya casi dos décadas, demostraron una intención claramente internacional. Había quién decía que eran pretenciosos, pero el tiempo y el paso de los discos han demostrado que “aquí” se pueden hacer discos tan potentes, tan bien producidos, y tan bien ilustrados como los de cualquier otro lugar del mundo. Con el tiempo Noctem han demostrado no tener problemas para medirse en batalla sobre las tablas con bandas que pueden ser consideradas como referencias en su estilo, tales como Gorgoroth, o Carach Angren, entre otras muchas. Exo y Beleth han sabido, en definitiva, convertir aquellas pretensiones en realidad e ir cerrando bocas discrepantes concierto a concierto, demostrando que son una banda a tener en cuenta a nivel europeo.
En comparación con Haeresis este quinto álbum es mucho más crudo y oscuro, con un sonido más primigenio que casa a la perfección con su concepto de ceremonia oscura, como si hubiesen querido beber de la pútrida agua brotada de la fuente primordial de los sonidos extremos. Así pues nos encontramos con un álbum de Black Metal de los pies a la cabeza, voces desgarradoras, baterías frenéticas y riffs que siguen los cauces ortodoxos del género, dejando de lado composiciones que incorporen elementos extraños al estilo. Los nueve minutos del corte que da nombre al disco, ya te van a dejar claro, sin ninguna duda si este es, o no, un disco que se encuentre en tu radar de apetencias.
The Black Consecration no va a sorprenderte por arriesgado e innovador, tampoco creo que esa sea la intención de Noctem. Dejando ese punto de lado, nos encontramos ante una colección de canciones notablemente compuestas e interpretadas, con una banda absolutamente sólida detrás, capaz de defenderlas en directo sin achicarse ante nadie.