En septiembre del año pasado Foscor publicaba Els Sepulcres Blancs, un trabajo en el que se hace patente la evolución de la banda catalana desde sus orígenes dentro del black metal tradicional hacia un nuevo sonido que ya se iba perfilando en obras anteriores. Aquí el black metal pasa a aparecer solo de forma fugaz, adornando los elementos que han ganado el protagonismo de la escena y que giran alrededor de un sonido atmosférico, más bien similar al típico del post-rock o del shoegaze. Este nuevo disco es una amalgama de influencias que demuestra el bagaje de una banda que ya supera las dos décadas de vida.
Escribo esto recluido durante el confinamiento (y probablemente sigamos así cuando se publique), en un punto en el que he terminado dosificándome la música de corte oscuro para no saturar de dramatismo la situación. En este caso no se trata de black metal duro, pero aun así puede merecer la pena la precaución. O qué se yo, si alguien se quiere tirar de perdidos al río pues aquí tiene la banda sonora. Durante los aproximadamente 37 minutos no hay grandes altibajos, la obra transcurre de forma uniforme y más que una sucesión de temas claramente marcados creo que lo que se logra conseguir con mayor eficacia es la inducción a un estado de ánimo. Y si foscor viene a ser oscuridad en catalán, en el nombre del disco tenemos sepulcros blancos, el primer tema es Laments…. pues por ahí van los tiros.
El trabajo comienza con las notas pausadas de un piano que pronto se envuelven en la atmósfera que predominará durante toda la obra. La fuerza bruta de los guturales del vocalista Fiar, frecuente en los inicios de la banda o cuando se encuentra actuando con la banda de death metal Graveyard, queda restringida a unos momentos muy breves y se mantiene principalmente lírica aportando un toque onírico, en el que también participan y sostienen las guitarras. Me gusta especialmente el trabajo de la batería añadiendo elementos de mayor tensión, fuerza y velocidad, consiguiendo plantar un contrapunto muy interesante. De esto se encarga Jordi Farré, que repite banda junto a su compañero Albert Martí (guitarra) pues ambos están también presentes en Vidres a la Sang, de donde venían de sacar en 2018 el contundente Set de Sang.
Els Sepulcres Blancs muestra el nuevo rumbo de Foscor siendo la segunda parte de la trilogía empezada en Les Irreals Visions, y aunque en él se pueden encontrar matices blackmetaleros probablemente rechine a los que busquen algo más puro, como podían ser las raíces del grupo. Dentro de ese contexto me parece más interesante por la variedad de influencias que mezcla, mientras que probablemente termine siendo más apreciado por los aficionados a un metal oscuro de carácter más relajado y reflexivo. Pero para muestra, ahí va el videoclip del tema Cançó de Mort.
Antonio Yeste