En el ranking 2019 de títulos premonitorios nos encontramos muy arriba con el Vamos a Morir, de Hendrik Röver, sólo superado por The Mother of All Plagues de Mercyless y Easter is Cancelled de The Darkness. ¿Qué hacemos mientras tanto? Poco más que hacer ricos a los bancos. Nadie podía verlo venir.
Pocas cosas habrá más honestas que un tío con una guitarra diciéndote las verdades a la cara en tu propio idioma. Hendrik se quedó en esqueleto, al margen de Los Deltonos, hace ya doce años. Desde entonces su producción ha sido continua, alternando ambos proyectos y sumando lo editado junto a Pilgrim Rose. Ventajas de trabajar desde casa. Tanto es así que teniendo este disco nueve meses de vida, ya tiene un hermano pequeño que lleva por nombre Blues y un par de singles digitales extra que le acompañan.
Como bien apunta Hendrik en su bandcamp, la clave para entender el sentido de Vamos a Morir, pasa por la transformación de su proyecto en solitario, con dos músicos de apoyo a trío de Rock and Roll. Uno más dos, es parecido que tres, pero no es lo mismo. Citando como influencias directas a Hound Dog Taylor, los Paladins o Chuck Berry lo que nos encontramos en esta colección tiene poco de mascar tabaco en la mecedora y mucho de bailar con desenfreno.
Decía Hendrik en diciembre, que ya que vamos a morir, al menos que nos pille bailando. Lo de la muerte no es sorpresa, sólo que pensamos más en ello desde marzo. Tal vez este disco es incluso más necesario ahora que entonces, aunque sólo podamos mover el pie al compás desde la silla.