El décimo álbum de estudio de la banda originaria de Roma, nos ofrece una vez más un trabajo de metal progresivo de altísima calidad. Decir algo así, puede sonar a la típica afirmación de un fan más, pero los que les venimos siguiendo desde hace años, sabemos que desde la edición del “Momentum” en 2013, la banda romana se ha afincado en la excelencia. Se puede afirmar sin duda que este álbum supuso un antes y un después en la carrera de esta banda que lleva activa desde el año 94, eso sí con diferentes cambios en la formación, en la que ya no queda ningún miembro original. Este hecho, sin embargo, no ha sido ningún impedimento para que cuenten en la actualidad con uno de los line up más potentes de la escena del metal progresivo mundial, destacando especialmente las figuras de Mark Basile a las voces y Simone Mularoni, quién pasa por ser uno de los guitarristas más interesantes de la escena, además de productor del disco. Todo ello sin desmerecer el espectacular trabajo de Fabio Costantino a la batería, Andrea Arcangeli al bajo y Emanuele Casali, siempre exquisito, en las teclas.
En Tragic Separation podemos encontrar todo esto y más. Para los que ya nos hemos enganchado a DGM en discos anteriores, este disco se podría definir como continuista, lo cual no quiere decir que no sea un discazo como la copa de un pino, con identidad propia y mucho que ofrecer artísticamente hablando. Si tuviese que decir algo que distingue a este de los demás, sería el aroma a hard rock americano, incluso AOR que destila en algunos pasajes, y que se hace especialmente patente en “SURRENDER”. Este matiz, consigue acercarle a todos los oídos incluso en los pasajes más enrevesados, que suelen resolver en estribillos muy melódicos y cantables, con unos arreglos de voces espectaculares, cuestión esta que ya empieza a ser sello de la casa DGM. Otro sello distintivo, es la extraordinaria calidad solista de todos sus miembros, y muy especialmente de Simone Mularoni y Emanuele Casali, que no pierden ocasión para deleitar al personal con solos dobles con un desarrollo melódico espectacular, que los amantes de este estilo apreciarán sobremanera. En mi opinión, los temas a destacar son HOPE, FLESH AND BLOOD, SURRENDER y TRAGIC SEPARATION, aunque sinceramente no hay ningún corte que no merezca una atenta escucha.
Si bien es cierto que THE PASSAGE puso el listón altísimo, y como en una ocasión pudimos compartir con la banda, “después de The Passage, tenéis un serio compromiso”, afirmación que reconocieron entre risas, su compromiso ha quedado patente, y nos han vuelto a ofrecer un álbum que no va a dejar a ningún seguidor del metal progresivo indiferente. Atreviéndome a hacer un símil con Dream Theater, si the Passage fue su Images and Words, Tragic separation ha sido su Awake. Esperemos poder verlos en directo pronto, ya que todo esto que pasa en los discos es real y en directo el espectáculo es inconmensurable. DISCAZO! Larga vida a DGM!
OVI