Hallóme aquí reseñando éste disco de los cántabros Opposer sin conocerlos en profundidad, ya que viviendo a más de 800 kilómetros del entorno en el que normalmente se mueven resulta difícil seguir la pista desde sus inicios a bandas así. Y es ahí donde entran en escena programas como Noche de Rock, que rompe ésas distancias y me acercaron hace cinco años su anterior trabajo Darkest Path. Puede parecer que han tardado una eternidad entre un trabajo y otro, pero no es nada comparado con el tiempo que lleva Opposer dando guerra, y es que la banda se formó el mismo año que Pantera sacó el Vulgar Display Of Power.
Cuando los escuché lo primero que me vino a la cabeza fué una situación un tanto surrealista: una caminata de vuelta a casa, 30 años atrás y en la mochila donde llevaba los libros de matemáticas y contabilidad se mezclaron las cintas que me acaban de prestar con unos nombres hasta entonces desconocidos para mí: Obituary, Sepultura… y de esa mezcla salieron Opposer. Una aleación que se ha forjado dura, pesada y contundente.
Lo primero que me llama la atención con respecto al anterior álbum es que no es tan oscuro, no sé si es la producción, la afinación de las guitarras o la batería, se escucha todo muy nítido, más brillante. El único punto que no me gustaba del anterior trabajo es que sonaba como si le hubieras puesto una manta encima de los altavoces. Y ésto se hace extensible a la gran portada que se han currado, a parte de que el tono azul le aporta algo más de luminosidad, y en la camiseta queda sobresaliente.
En cuanto a los temas, que para éso estamos hablando del disco, decir que para empezar ya me tienen ganado con el primero, sobre todo por la letra si es que la he entendido bien. Me encantan esos ritmos machacones que se meten en la cabeza cual taladro del vecino a la hora de la siesta y todo ello sin abusar del doble bombo. Pese al estilo que trabajan, no se te atraganta para nada el disco ya que los temas están muy bien diferenciados y oscilan entre canciones directas de menos de dos minutos, temas más desarrollados, o incluso canciones donde se puede escuchar una voz a lo Orson Welles en Defender.
En definitiva, tan sólo decir que es otra de las bandas que tengo en mi lista de “imprescindible ver en concierto”.
Angel Gabaldón