Cuando King Size Co. han anunciado su reunión para actuar en el festi que organiza ACPT en Torrelavega he recibido una de esas bofetadas que de vez en cuando te da el paso del tiempo. Diez años desde la última vez. Eso significa que más o menos ese tiempo llevarán en activo The Northern Rocket, y también que la carrera conjunta de Manu y Berto ya irá camino del cuarto de siglo. Al fin y al cabo le vencimos el pulso a los que pensaban que el rock, como el acne, se nos iría pasando con la edad. Nuestras bandas nacieron en ese punto del pasado que los jóvenes no llegan del todo a imaginar.
Tras el primer confinamiento hicieron grupo burbuja con Macaya en Moon River y se lo grabaron casi en directo, con la compenetración que sólo tienen las bandas que van perfectamente engrasadas en el directo. La madurez y la experiencia dan también un punto de sabiduría que al rock posado de estos cohetes le viene como anillo al dedo.
Sin duda la elección del estudio ha sido un acierto, grandes canciones ya había en Homemade, pero al disco le faltaba un empuje en la producción que han conseguido en este nuevo episodio. Además, como se han ceñido al formato EP y el conjunto dura algo menos de media hora tiene toda la fuerza concentrada de un chupito de bourbon y deja en la boca ese regusto a madera que te hace querer tomar otro.
Aunque estilísticamente han mostrado sus cartas desde el principio (rock a medio tiempo de influencia clásica), y esta colección no se aparta en exceso del sendero que trazaron con Homemade. Lo que no le faltan son buenas canciones y a veces es bueno encontrar justo lo que uno espera.
La mayor sorpresa nos la llevamos cuando aparece la historia del muflón, una especie de vals maldito inspirado en Felix Rodriguez de la fuente que podría haber sustituido perfectamente a la música de Komeda en la famosa escena de El Baile de los Vampiros. Parece que además de a los Stones, a AC/DC y a los Black Crowes, también se tienen bien escuchada la discografía de The Doors.