Seguramente Emboque habrá calado más en tu vida que en la mía (tú, que estás leyendo esta reseña). Para mí es un grupo nuevo, aunque cuando empezaron todavía se pagaban las cervezas en pesetas. Y es que al igual que su trayectoria ha ido paralela a la del programa Noche De Rock, mi unión con muchos de los grupos que últimamente me han llegado, van ligados a la fecha en que me enganché yo al programa, hace ya unos 10 años. Estoy seguro que si no llega a ser por aquélla carambola que me hizo toparme con Oskar seguro me hubiera perdido un montón de buenos discos, invisibles para el resto de mortales que todavía no escuchan éste, nuestro programa.
Vamos al lío. Con el anterior dejaron el listón muy alto, por eso creo que no han querido repetir fórmula, y para éso han bajado las revoluciones al crear ésta Era Perdida, y es que para mí ha quedado menos heavy, menos directo, a lo mejor algo más oscuro como resultado de la era de confinamiento a la que hace referencia el título. Creo que parte de esa sensación la da Raúl al haber echado el freno un poco a la voz, o tal vez sea que las dos baladas le den un ritmo más pausado. Es de ésos discos que no me ha entrado fácilmente a la primera, pero que ha ganado muchísimo con las escuchas. Al final ésos son los que a la larga mejor persisten en el tiempo, y más con la calidad de sonido que tiene.
Un aspecto de Emboque del que no me había dado cuenta hasta escuchar éste último trabajo es que las letras son muy family friendly, no escuchas ni una sola mala palabra, aún metiéndose en algunos terrenos como la política, que hacen a cualquiera empezar a lanzar improperios. Lo que me hizo encender la bombilla fué ese momento tan espiritual/clerical en Junto a Ti, que seguro que tendrá una explicación del porqué es un texto tan puro, pulcro e inocente. Pura balada hard rock americana. A lo mejor por ese aspecto es que Emboque es un grupo que gusta por igual a todas las generaciones.
Mención especial para mí merecen No Lo Harán Por Tí, Nada y Amanece. Me encanta la comunión música/letra en ésos temas, aunque uno de los mejores halagos que se pueden decir sobre éste disco es que tras unas escuchas y teniendo en cuenta que tiene doce pistas, no hay ninguna de relleno. Por cierto, una lastima que las tiendas de discos no tengan el auge de antaño, la portada luciría genial allí.
Ángel Gabaldón