Septicflesh es uno de esas raras excepciones que no se comprenden del todo si uno no se acerca a sus trabajos de estudio. Therion, Haggard o Ayreon podrían ser otros de los miembros de ese raro grupo de compositores que nunca se guardan nada a la hora de grabar por miedo a no poder plasmarlo de manera fiel sobre un escenario, aunque en todos los casos los esfuerzos son muy apreciados por los fans, y a ninguno nos importa, porque sabemos que girar con todo sería una catástrofe económica.
SepticFlesh dejaron meridianamente claro con su reciente Infernus Sinfonica MMXIX que todo lo que hay en sus cabezas puede suceder de manera fiel ante tus ojos. Sin embargo todos somos conscientes de que una producción de ese nivel va a ser siempre la excepción en su carrera y por tanto, cuando tengamos oportunidad de verles en sala, o en algún festival, tendremos que dejarnos engañar un poco, de vez en cuando, y aceptar el juego de la miriada de pistas pregrabadas, para poder disfrutar de una cucharada de su amarga miel.
El año 2007 fue el momento, una reunión en ese punto sólo tenía sentido si Septicflesh podía existir en toda su magnitud. Desde Communion han grabado con este seis álbumes excelentes, en los que estos Septicflesh se han distanciado de aquellos Septic Flesh por la enorme magnitud de las composiciones y arreglos clásicos.
Modern Primitive vuelve a poner todo sobre la mesa con colosales orquestaciones wagnerianas, que arropan cada composición con un aire apocalíptico y enfermizo. Confrontando exquisitos y delicados pianos con primitivos ritmos y vientos que llaman a la guerra y avanzan como un ejército persa a lomos de elefantes, dejando tras su paso desolada tierra yerma.
Christos Antoniu se encarga personalmente de las orquestaciones en colaboración con la Sinfónica de Praga, mientras Spiros dota de nuevo al álbum de un arte escalofriante, dejando claro que la propuesta artística de Septicflesh va mucho más allá de lo musical.
Liricamente miran hacia el abismo de una manera obsesiva, la decadencia de la civilización desde el punto de vista de la psicohistoria de Asimov, o la deshumanización a través de la tecnología inspirándose en Neuromante de William Gibson, y la propia muerte de cada individuo y su capacidad de transcender más allá gracias al conocimiento.
El termino Modern Primitive podría hacer referencia al sentido ritual y pagano de nuestra música. Ya se ha utilizado con anterioridad con relación a las marcas tribales, pearcings y tatuajes tan presentes en nuestra cultura, pero creo que aquí va un paso más allá definiendo cada canción como una ceremonia oscura que nos conecta a través del ritmo con nuestra parte más primaria y nos acerca al éxtasis a través de las, tan bien elegidas, armonías y melodías.