Allá donde el Rockabilly pierde su nombre y comienza a mancharse de punk viven Ritmo Vudú. En algún Garage, bordeando el Psycho. Cajas como martillos, reberb de Grestch, ritmos hipnóticos como círculos concéntricos de película de Hitchcock que te empujan a cruzar la línea y hacer el salvaje. Aullar a la luna y transformarse en lobo, mojarse en los charcos, con calcetines.
Para su primer trabajo se dejan aconsejar de Sergio Tutu (Ilegales, Deltonos) que conoce bien esta horquilla y deja plasmados de manera pulcra sus primeros cinco disparos. En directo, hay que decir, el tupé se les despeina y todo suena más ruidoso y violento.
En poco más de un año se han convertido en uno de nuestros grupos de cabecera. El EP se nos quedó pegado como un chicle a la suela en un día de verano, y les tuvimos en nuestra última fiesta aniversario en donde nos dejaron claro la que son capaces de liar. Ahora estamos esperando ya su próximo trabajo, pero mientras termina de llegar todavía nos da tiempo a echar unos bailes.