Empiezo a escribir estas líneas, un año después del apoteósico concierto de MUSE por la capital cántabra. Concierto, que hizo que mucha gente se fijase en uno de los teloneros que los acompañaban, Royal Blood. Aunque en aquel momento ya eran una banda de renombre es seguro que verles en directo ha dejado buena huella en los foreros del programa.
Tal es así, que nos encontramos con el último disco del dúo de Brighton, Back To The Water Below elegido como disco de la semana, justo un año, también, después de que lo fuera su anterior trabajo Typhoons. Está claro que como fieras que somos, confiamos en nuestro olfato y nos aferramos con uñas y dientes a los buenos huesos.
Y es que en Royal Blood hay mucho para roer. Se saborean sus discos y por supuesto que es una maravilla verlos actuar, dejándonos boquiabiertos, rebosando el escenario con solo una voz, un bajo, una batería y esa actitud plenamente rockera.
En este Back To The Water Below , nos vamos a seguir encontrando con el sonido propio de Royal Blood, formado por sus tres pilares principales. Melodías vocales cercanas y atrayentes, apoyadas en coros y falsetes, perfectamente ejecutadas por Mike Kerr. Una batería, a cargo de Ben Thatcher, terriblemente envolvente, llena de groove y que por sí sola ya nos acorrala e hipnotiza y por supuesto el bajo.
Y ¿cómo consigue, Mike Kerr, con tan solo un bajo, un sonido denso y a la vez que suenen guitarrazos? Pues dividiendo en dos, la salida del instrumento, de forma que una salida alimenta un amplificador de bajo y la otra un amplificador de guitarra. Cada salida por supuesto esta coloreada con distintos efectos (distorsion, octavador, etc…) de forma que él solo, hace sonar un bajo y una guitarra. Parece fácil, pero no sé si hubo alguien que se le hubiera ocurrido esto antes. Por supuesto que luego hay que adaptar la forma de tocar y de componer, pero creo que, en eso mismo, es donde está la esencia y diferencia de Royal Blood.
Pero volvamos al disco que es lo que en realidad nos ocupa:
El título del álbum, que podría ser traducido mas o menos como “Regreso de las aguas profundas” y la portada, que muestra un tipo de medusa que emite luz, parece hacer referencia a la decisión, del cantante y principal compositor, de dejar el alcohol y otras sustancias. Según el propio Mike Kerr, desde que fundaran la banda hace ya una década, han transitado demasiadas veces por esos caminos tortuosos del alcohol y las drogas, y han saboreado, según él, de grandes momentos en los escenarios pero con esta nueva disposición, piensa, que podrán disfrutar mucho mas con lo que están haciendo.
En el videoclip del primer tema ‘Mountains At Midnight’ ya queda muy claro lo que se quiere decir. Las imágenes muestran a un joven bastante enajenado, desmadrándose en un concierto de la banda, mientras se cantan cosas como “Vengo a encender tu mecha” o “Anhelando lindas pociones”. La canción suena para mí como los primeros temas de sus primeros discos. Esos con los que se han dado a conocer, compuestos sobre la base de un riff contundente, ejecutado con el bajo, y la argamasa de una batería perfectamente encajada. “Tell Me When It´s Too Late”, “Triggers” o “High Waters”, son los otros cortes del disco, que siguen manteniendo esa particularidad. A mí es lo que mas me gusta de ellos.
Hay que reconocer, que basar todos los temas en esa idea de un riff rockero puede acabar cansando y es ahí donde muestran la capacidad de crear otras cosas y que son músicos que influencias diversas.
Y es aquí donde entran temas como, “Shiner In The Dark” o “How Many More Times” que tiene un sonido un poquito menos rockero y mas bailable, continuando un poco con la sintonía del anterior trabajo Typhoons. En “Shiner In The Dark” es de resaltar la parte C de la canción, digamos la parte donde entraría un cambio donde habitualmente hay un punteo virtuoso del guitarrista. Mike Kerr lo gestiona, en casi todos los temas, haciendo otro riff de bajo que resulta, algo no muy complicado, pero bastante práctico e interesante.
Luego también tenemos medios tiempos como “Pull Me Through” o “The Firing Line” en los que se ha añadido algunos teclados y “There Goes My Cool” donde destaca el arreglo de acordes descendentes de un piano y una melodía, para mí, algo “beatlémana”.
Y termina el disco con “Waves”, una preciosa canción lenta que habla de los malos momentos en que una persona se puede encontrar. “Si alguna vez me encuentras alejándome, no me dejes ahogar, como si no hubiera nada que salvar, si alguna vez me pierdes bajo las olas.“
Concluyendo. Nos encontramos con otro buen disco de estos ingleses. Han vuelto un poco a esos riffs pegadizos de sus primeros álbumes, pero también han continuado incluyendo temas que siguen la estela de su anterior trabajo Typhoons. Para mí, algo bastante inteligente, para no encasillarse demasiado y sorprender a su público mostrando sus capacidades para andar por otros estilos. Ahora nos hace falta que podamos verlos de nuevo en directo, para ver si siguen manteniendo esa puesta en escena tan seductora.
Manuel Rico