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Con el Disco de la Semana hemos llegado a un acuerdo tácito: entre todos los que participamos de este juego que nos propone Noche de Rock, no nos dejamos arrastrar por la urgencia de la actualidad. O sí, si es que nos apetece. Pero tenemos claro que pueden ir apareciendo trabajos ya algo alejados de la explosión de su lanzamiento, ¿se te pasaron en su día? no pasa nada, los volvemos a sacar a la palestra.
Con este álbum de Kalandra se cumplen estas condiciones con holgura, hasta el punto que creo que podría haberse logrado batir un récord, si es que alguien tiene un registro o datos que lo avalen. En el momento que escribimos esta reseña, estamos arrancando el año 2025 para traer al foco este THE LINE de 2020 que, aún sigue resonando mientras la banda ha publicado en 2024 otro nuevo trabajo. Qué más da, se trata de hablar de música, de buena música. Sin plazos ni tiempos.
Uno de los anhelos tradicionales que puede tener una banda probablemente es el ser diferentes, tener una personalidad definida y sonar a uno mismo. Eso es lo que pensé que tenían KALANDRA a los pocos minutos de salir al escenario el día que los conocí, sin apenas haber escuchado nada de ellos, abriendo un concierto para LEPROUS. Su deseo de ser auténticos y especiales lo sientes en todo momento. La voz de KATRINE, multiplica las virtudes de esta banda haciéndolos subir un par de peldaños, es una elegante mezcla perfecta de fuerza y delicadeza, creando una atmósfera que te envuelve.
A simple vista, parece clara su ubicación en el espectro de géneros musicales. Me ha hecho mucha gracia la definición que he encontrado ellos como una banda de “escandi-pop-rock”, pero además de esto, encontramos en su música trazos folk, post-rock, alternative… que hacen más difícil encasillarlos. La experiencia musical resulta muy rica.
THE LINE es un álbum para asimilar con tiempo, sin exigirle resultados inmediatos. No es que tengan estilo áspero o muy complejo que exija demasiado al oyente, pero con la multitud de capas que tienen para ir desgranando y que tampoco te regalan demasiados estribillos a la ligera, tendrás que ir haciendo emerger los ganchos, que los tiene y muy efectivos, para dejarte envolver por el aura que viste todo el disco.
Tienen un trabajo posterior que supone la banda sonora de un videojuego, y es que su música tiene algo que invita a ilustrar imágenes en tu cabeza, recorriendo paisajes con cierta narrativa. Aunque, si indagas un poco en sus letras, este viaje podría ser más introspectivo que físico.
El nivel de temas se mantiene bastante homogéneo en todo el disco, pero si tuviera que señalar uno con el que acercarse a este disco por primera vez, probablemente sea BRAVE NEW WORLD uno de los singles destacados. Si es que aún no los conoces puedes probar con ésta, te cogerá del brazo y ya no podrás deshacerte de ellos. No digas que no estabas avisado
Borja Ponga