

A Caligula´s Horse el lanzamiento de su anterior disco “Rise and Radiant” le pilló en aquella época oscura de la pandemia y parálisis del mundo en 2020 (¿eso sucedió? Sí, eso sucedió). Ese disco que su guitarrista y co-alma del grupo (junto a su cantante Jim Grey) describió como “el color, la ferocidad, la introspectiva, los extremos”.
La pandemia les tocó mucho: tuvieron que suspender una gira por EEUU y Latinoamérica y lanzaron un disco que no sabían si iban a poder mostrar en directo. Además, en el 2021 uno de sus componentes dejó el grupo. Todo esto les afecto como banda, pasaron un momento delicado, además de lo que cada uno (de ellos y de nosotros) llevo en terreno personal.
Cuento esto porque es importante para entender este disco, porque viene directo de esta experiencia.
En Australia las condiciones de confinamiento fueron duras, y ellos se centraron en componer lo que dio lugar a este “Charcoal Grace” en donde en cada canción dejan algo de esa emoción y esa experiencia.
En este sexto álbum despliegan todo su talento. Un disco refinado, donde consiguen que la complejidad del metal progresivo se trasmita con elegancia y con una capacidad increíble de que sea un disco fácil de escuchar.
Un disco lo suficientemente oscuro para que me guste porque trae consigo una esperanza. Y eso es lo que me evocan esas melodías. Quien me conoce lo sabe: oscuridad y pesadumbre en su justa medida, siempre hay un atisbo de luz.
Con su primer single “Golem” salieron a tope con tema pegadizo. La primera canción del disco “The world breathes with me” es posible que sea mi canción favorita del disco y, aunque dura 10 minutos, a mí se me hace corta. Tiene esa fuerza, intensidad musical, con riffs poderosos… y su lírica es una muestra también de esa emocionalidad del periodo “pandémico”.
En el corazón de este álbum se encuentra la tetralogía, su obra de 24 minutos. Aquí la banda despliega todo: intensidad orquestal, oscuridad, suavidad, guitarra afilada con algunos solos espectaculares (Sam Vallem es un extraordinario guitarrista). Un concepto ambicioso que creo que funciona.
The Stormchaser, es otro de los temazos, muy pegadizo y para mí, puro sonido de ellos. Sam Vallem explica que el tema “trata de la división que todos vimos durante la pandemia. Cómo, en lugar de unirse para superar el reto de aquellos años, muchos optaron por servirse a sí mismos a expensas de su comunidad y su sociedad. Observar esto, como hicimos todos, fue una experiencia humillante y exasperante, y ha perdurado en todos nosotros”.
Es verdad que el disco se basa un poco en la perdida de fe (esperanza) en la humanidad vinculada en que ellos la estaban perdiendo en la propia banda. Líricamente parece muy oscuro, pero la realidad es que la banda sigue en pie y el mundo también (por el momento). Este disco es su propia luz.
Caligula´s es una de mis bandas favoritas desde que les descubrí allá por el 2017 y pude ver a unos chavales tocar a plena luz del sol, a las 17 horas en el “Be Prog” en Barcelona. Les he visto otras 3 veces más, la última en la gira de este disco, donde me parece que hacen un grandísimo directo. Nunca me han decepcionado y cada vez les veo en mejor forma.
Es una banda que se mantiene, pero que no termina de despegar en público. Y tengo muchas dudas de que lo haga. Y no sé cual es el truco o el secreto. Pero tengo un poco esa pena negra con esta banda. Me parece que merecen más, pero es cierto que hay cantidad de bandas extraordinarias.
Disfrutemos de los Caballos de Calígula. Para mi esto es un discazo: una preciosidad de disco con alma, con sentido, musicalmente potente y con historia. ¡Dadle una escucha!
Ruth Carrasco