Avanzamos en el otoño, cae una hoja más del calendario y comienza octubre, y con él llegan dos citas ineludibles para los aficionados a los meteoros y a la contemplación del cielo nocturno: las Dracónidas y las Oriónidas, pues bien, entre tanta estrella fugaz, tuvimos la suerte de que una que brilla con luz propia, cruzara los cielos de Cantabria y aterrizara en el Escenario Santander, como es el amigo Granham Bonnet y su mítica banda ALCATRAZZ.
Por mi parte no regresaba al Escenario Santander desde principios de año, con aún la incertidumbre que se creó con la espantada de Jeta y el posterior cambio de gestores de la sala. Confiemos que este lugar, sin duda la sala más importante de Cantabria para conciertos, junto el Palacio de Deportes; que ha sido testigo de tantas y buenas bandas internacionales y nacionales, recupere la normalidad, porque todos ganaremos con ello. Estamos un poco cansados de que las grandes giras pasen de largo a comunidades vecinas
Dejando atrás los nubarrones y volviendo a mirar al firmamento, para la ocasión y durante esta gira, Alcatrazz se acompañaría de la banda británica EVYLTYDE, con la total confianza del propio Bonnet, ya que contó con ellos en la gira de 2017, de su proyecto individual. Creada en Londres en 2013, con una propuesta todo terreno, entre el metal y el gótico, con chica al frente en las voces. La banda la componen: Hannah Delany (voz); Danny Merton (guitarra); Noah Scott (bajo) y Philiph Tetlow (batería). Tienen publicados tres discos completos: «Evyltyde» (2015); «Rising» (2017) y «Singularity» (2019); junto a varios singles.
Comenzarían su concierto sobre las 21:00 hrs., cuando de repente sin darnos cuenta, una melodía oriental nos trasladaba a otro tiempo, en medio de un desierto, podías sentir el viento transportando la arena sobre tu cara, creo que pudimos ver entre la bruma alguna alfombra voladora, todo ello como preámbulo al tema “Genie” que abre su recién publicado nuevo álbum «Singularity» (agosto 2019), entre la nube de arena comenzarían a sonar la batería in crescendo, como si fuera una serpiente saliendo de un cesto de faquir, o como un genio de la lámpara; en seguida llegaron las guitarras con un sonido hard / stoner de guitarras pesadas, junto a la voz de Hannah, con un toque melódico entre las notas. El tema sería el primer single del disco.
Daríamos un salto al pasado con el tema “Kick You Down” de su LP debut homónimo de 2015, que nos da la primera vuelta de tuerca, con un sonido mucho más enérgico, con guitarras poderosas y distorsionadas, hasta que entra la voz de Hannah, con su toque melódico. Bandas como Prima Nocte, me vienen a la cabeza, en nuestro entorno más próximo. A continuación daríamos un paso hacia delante en el tiempo con el tema “No Violet”, de su segundo disco «Rising» de 2017, que nos traslada a un viaje interior a través de la autopista de nuestras emociones, libérate, no te ates a ningún sitio, vive, no esperes que la felicidad llame a tu puerta, porque la vida no es un cuento de hadas; nos cuenta en la letra. Uno de mis tema preferidos del repertorio, por la rabia contenida que transmite. La forma de entonar la letra me recuerda a Staind, dándole cierto aire depresivo a este tipo de canciones. Tras saludarnos, sin abandonar su segundo disco, llegaría el momento de la venganza con “Eye For An Eye” ( ), con un sonido mucho más metalero y vitalista con guitarras sonando brutales, junto a la voz, tal vez con su mejor cara, más cercana al rollo lírico, que personalmente me llena bastante más. El teme tiene muy buenos guitarreos, siendo otro de mis favoritos de la noche. Continuando con el «Rising», luchando con nuestros monstruos interiores con “Monster”, buena línea de bajo y batería, con la voz del estilo, marca de la casa.
Volveríamos a su último trabajo con el tema “Never Fall”, otro de los temas con una vena un poco más metalera, que nos induce a no rendirnos y alzar el puño ante las adversidades. El sonido de las guitarras es muy bueno. Dentro de la vena más intensa de su último larga duración, llegaría “The Wall”, con potentes guitarras, y buenos guturales del guitarra en algunos fragmentos. La voz suena algo más accesible, haciendo buen contraste con los guturales, con reminiscencias de Pantera en la estructura, con la imponente figura del bajista, buen armario empotrado, dándole la energía al tema, aproximándose al borde del escenario. Tras recomendarnos que nos acercáramos a su puesto de merchan, llegaríamos a la recta final, reponiéndonos de nuestras heridas con “Scars” de su último LP, otro de mis temas preferidos, con un aire más gótico en la voz.
Terminarían con el tema “Bullet In The Head”, publicado como single independiente en 2016, que sonó muy cañero, con potentes guitarrazos, siendo el colofón perfecto a su actuación. Una descarga de apenas unos 35 minutos, que resultó un poco fría para el público, no acabando de conectar del todo, pese a sus esfuerzos, acercándose varias veces al borde del escenario, para implicarnos más. Personalmente creo que es una propuesta que se queda en muchas ocasiones en tierra de nadie, necesitando inclinarse más hacia una vertiente para llenar mucho más. Siendo uno de los palos musicales que más me gustan, en sus diferentes vertientes, unas más cercanas al metal sinfónico de After Forever, Tarja o Epica; o más cercanas al gótico de bandas como Lacuna Coil. Esa personalidad que le da la voz femenina con el metal, transmite un montón. Tal vez la banda que supo darle una visión nueva en su momento, sean DELAIN con la voz grandísima Charlotte Wessels al frente, cercana al estilo lírico, pero aportándole su personalidad propia alejándose del roll bella / bestia; además tampoco necesitó estar todo el tiempo con una voz demasiado lírica, como imperaba en la época. La propuesta de Evyltyde, ganó en momentos en que se aproximaba a ese sonido, destacando su gran calidad tanto en las guitarras, como en la linea de bajo y batería, junto a la buena voz de Hannah. Esperemos que tengan suerte en sus proyectos futuros.
Tras el cambio de bártulos, llegaría el turno del protagonista de la noche Graham Bonnet y sus Alatrazz. Proyecto que creó en 1983, tras haber dejado atrás grandes bandas como Rainbow y MSG. Alcatrazz sería una gran fábrica de genios de la guitarra, pasando por sus seis cuerdas unos niñucos por aquel entonces. Primero un tal Yngwie Malnsteen entre 1983 y 1984, con el que tuvo algún choque de egos; y posteriormente Steve Vai entre 1984 y 1986; entre otros. Alcatrazz grabaría tres discos: «No Parole from R’N’R» (1983); «Disturbing the Peace» (1985) y «Dangerous Game» (1986). La formación la componen en la actualidad: Garahan Bonnet (voz) y Jimmy Waldo (teclados), de la banda original; junto a Mark Benquechea (batería); Joe Stump (guitarra) y Beth-Ami Heavenstone (bajo). La banda original estuvo en activo hasta 1987. En 2006 resucita la banda bajo el nombre Alcatrazz Featuring Graham Bonnet, en la que sólo figuraría el propio Bonnet como componente original, para hacer varias giras. El proyecto deja de girar en 2014. Durante el proyecto en solitario vuelve a coincidir con el miembro original Jimi Waldo, lo cual, fructificaría en el resurgimiento del nombre original, siendo el disco en directo «Parole Denied: Tokyo 2017» publicado en 2018, su última publicación original.
Había mucha expectación de ver como se encontraba Bonnet, desde la última vez que le vimos en Santander en aquel grandioso concierto con MSG, con los 3 cantantes de toda su historia, celebrado en el mismo lugar. Lo primero a destacar al comenzar el concierto, sería la presencia de Bonnet sentado en una silla en el centro del escenario, debido a serios problemas de espalda cuyos dolores no le dejan estar de pie mucho tiempo, lo que al parecer, desembocará en una operación los próximos meses, esperemos que todo salga bien. Graham Bonnet lleva en la música desde 1967 y tiene ya 71 años, así que una vez más, tenemos que sentirnos este año en unos privilegiados al asistir a un concierto de estas características, tal y como ocurrió al poder ver a Alice Cooper en Madrid, ¿quién sabe cuándo se pueda repetir?. Además de su condición física, Bonnet aparecería vestido con una camiseta de la banda, saliendo de la tónica habitual durante su carrera, llevando traje o americana. Siendo comentado por el propio Graham, diciendo que se veía extraño llevando una camiseta de uno de sus grupos.
Tras presentar a la banda, estaría todo listo para que comenzaran su descarga, con el temazo “Too Young To Die, Too Drunk To Live”, de su primer disco «No Parole From R’N’R», en el que la influencia de Rainbow es patente y una de sus grandes aportaciones a la historia del rock y el metal; despejando automáticamente cualquier duda respecto a la voz de Bonnet, vaya torrente, al momento nos sumergimos en la atmósfera de Alcatrazz, con ese sonido Hammond inconfundible de los teclados de Waldo. Comenzaría a destacar dando detalles de su gran calidad Joe Stump a la guitarra. Un tema que remueve las conciencias, poniendo el foco en la juventud, en la que los excesos hacían mella, la vida pasa ante tus ojos rápidamente, pero la nube te mantiene entretenido, no importa la condición social, es algo transversal, muchas veces disfrazado de hipocresía. Tras los aplausos, ahora si, con una sala mucho más concurrida e implicada, continuarían, sin abandonar su disco debut, con un de sus clásicos “Hiroshima Mon Amour”, con el triste episodio del lanzamiento de “Little Boy” sobre Hirosima en la II Guerra Mundial, en su temática. Grandes desarrollos de Stump desde el principio, coronan el tema, junto a la gran aportación de Beth-Ami al bajo, poniendo la firma femenina sobre el escenario. Seguiríamos con temazos con el mítico “Jet To Jet”, con su inconfundible guitarreo, la voz de Graham sonó tremenda en los tonos altos, es impresionante cómo se las gasta. Los dedos de Stump sacarían fuego, recorriendo las cuerdas de acero. El tema provocaría los primeros puños en alto entre los asistentes.
Continuaríamos el viaje con el tema “Kree Nakoorie” , tras un sonido de helicóptero sobre volando nuestras cabezas, haría su presencia el sonido de sintetizador de Waldo, al momento, entrarían las guitarras con ese sonido oriental tan característico, siendo uno de los momentos más especiales de la noche, cuando te dabas cuenta que estabas ante uno de los creadores de esos sonidos, que tanto influyeron después en muchas bandas de progresivo. Los guitarrazos del tema son épicos, con grandes desarrollos de Stump, dejando patente su gran calidad técnica, siguiendo con la tradición de la banda, de rodearse de grandes astros de las seis cuerdas. El tema se centra en la historia de una etnia aborigen de Brasil, presente desde el siglo XVIII, que fue expulsada de su hogar por el avance de la civilización, al parecer por el proyecto de construcción de una carretera, con los años fueron concentrados en reservas. Con todos ya subidos en la nube nostálgica, llegaría uno de los temas intemporales de su época en Rainbow, con toda la noche por delante ante nosotros “All Night Long” (https://youtu.be/LY_lZ4g3Gvg ), que momento más grande, la verdad, todos al unísono coreando el estribillo: «(…) I want to touch you; I want to feel you; I want to make you mine; I want to love you (all night long); I want to be with you (all night long); I want to love you (all night long); I want to be with you (all night long) (…)».
También repasaría su paso por MSG con el tema “Desert Song”, con la arena del desierto calentando la situación junto algunas curvas femeninas, en las que muchos pueden perder el control y perderse. Ya perdidos nosotros en la gran noche que nos estaba ofreciendo Bonnet y compañía, se acercaría a su etapa en solitario con el temazo “Night Games” (https://youtu.be/PrCw-IufvV8 ), de su disco «Line-Up» de 1981, que contó entre sus filas con Cozy Powell o Jon Lord, todo un himno que fue muy coreado por los allí presentes:
«(…) Night games; They pay for their night games; They were two lovers, they don’t use names; It says in the rules (…)», la voz de Bonnet es magistral en este tema en los tonos altos.
Continuarían así un extenso repertorio de unas 18 canciones, repasando sus diferentes épocas y proyectos además de Alcatrazz, como serían Impellitteri, banda del virtuoso guitarrista norteamericano Chris Impellitteri, con los que colaboró Bonnet, en este caso, en su primer disco titulado «Stand In Line», que da nombre al tema que interpretaría, todo un portento vocal, puro metal ochentero de alta calidad, en el que las guitarras tampoco se quedan cortas. No dejaría de interpretar, tal vez su tema más importante de la época de Rainbow, el inmortal “Since You Been Gone”, escrita en origen por Russ Ballard guitarrista de Argent, que también sería el autor de otros éxitos de Rainbow como “I Surrender”. Por su puesto, sería una explosión de motivación con todos coreando al unísono el tema ( ). Encarando la recta final se acercaría a una joya de un efímero proyecto llamado Blackthorne cercano al hard rock, con el tema “We Won’t Be Forgotten” , de su disco «Afterlife». Un inicio que recuerda a AC/DC, que posteriormente tiene una parte coral que te pone mucho las pilas. Terminaría el principal del concierto con el tema “Long Island Tea” perteneciente al álbum «Meanwhile, Back In the Garage» de 2018, lo último de su proyecto en solitario, lanzado por el sello Frontiers. Un tema que es pura energía, con la voz de Bonnet más poderosa que nunca, muy bien acompañado por los guitarrazos de Stump, que te arrastran como un terremoto.
Tras ello se ausentarían unos instantes, para volver con los bises, con el tema “Assault Attack”, que da nombre al disco de 1982 de MSG, con una historia de desamor en la letra, con un sonido más cercano al hard rock. Concluirían el concierto con “Lost In Hollywood”, del «Down to Earth» de Rainbow, toda una guinda a un conciertazo el que vivimos en el Escenario Santander, nuevamente seríamos testigos de un momento único. Los problemas de salud de Bonnet, dispararon los rumores entre algunos asistentes, de haber incluido partes grabadas, cosa que no puedo asegurar, si vi un Graham Bonnet entregado al 100%, dándolo todo, terminando exhausto el concierto, teniendo que ser ayudado a abandonar el escenario, ante la dificultad para caminar por el dolor.
Personalmente me quedo con una sensación única, de haber sido testigo de un conciertazo, de una de las mejores voces del metal de todos los tiempos, de poder vivir un montón de clásicos atemporales de nuestro rollo, que formaron parte de los orígenes del sonido actual, con un sonido verdaderamente espectacular. La gran potencia vocal de Bonnet, junto a la maravilla de las seis cuerdas que ha encontrado Joe Stump, deleitándonos durante todo el concierto con su tremenda calidad, que nada tiene que envidiar a sus antecesores Malmsteen o Vai; con el toque mágico de Waldo a los teclados, que crearía el ambiente perfecto y el poderío de la línea rítmica de la bajista Beth-Ami y el batería Mark, como un sonoro golpe encima de la mesa.
Concluyo estas líneas, agradeciendo al Escenario Santander, el retorno a los grandes conciertos, pensando de vez en cuando en los metaleros, si bien es cierto, que la entrada podría haber sido algo mejor, teniendo en cuenta quien actuaba, siempre es una buena noticia volver a poner el metal en la agenda de Santander. ¿Acaso no suena bien estar en la lista de ciudades elegidas por Graham Bonnet junto a Madrid, Zaragoza y Barcelona? Esperemos que este sea el principio de un extenso nuevo camino.
Crónica: John Man.
Fotos: Maya C. Cañestro.