Llevábamos meses planeándolo, con la misma ilusión que un niño en la Cabalgata de reyes y por fin llegó el día. Crecimos escuchando Barricada y El Drogas es lo que nos queda a aquellos nostálgicos de “Balas Blancas”, “Todos mirando” o “Barrio conflictivo”. No sabíamos casi expresarnos y ya tarareabamos “no sé que hacer contigo…”.
Al llegar, alguien dijo “tenían que haber cerrado la mitad, esto no lo llena y se verá muy vacío”, no había empezado a tocar y claro que se llenó, quién dijo “Frío”??… Sentado en su piano, con su característico pañuelo pirata y sus rastas colgando, el traje impecable, chaleco, camisa bien planchada y americana…todo un gentleman de Iruña, de la Txantrea para ser exactos. Acompañado de Brigi, Txus y Flako nos deleitó con 3 horas donde pudimos escuchar piezas de su último disco “Sólo quiero brujas en esta noche sin compañía” alternando con temas míticos de Barricada, donde se nos erizaba la piel, no podíamos más que emocionarnos. La última parte fue íntegra de clásicos y lo dimos todo porque es muy grande, muy cercano. Hubo momentos para recordar a las mujeres, a aquellas que día a día están asesinando. El concierto impecable en lo musical y en lo humano pero, como estábamos muy juntos siempre hay alguien que tiene que dar el cante y no me refiero a colaboraciones, ya que nadie lo había pedido ni lo estábamos esperando. A mi lado estaba un chaval de unos 15-16 años, cantando una a una todas las canciones del repertorio, me pareció maravilloso que alguien tan joven conociese y admirarse al Drogas.
De repente, dos energúmenos empezaron a empujarle e increparle. Era la última canción y sus padres se lo llevaron porque peligraba su integridad ante el asombro de los que estábamos tranquilamente a su lado. La explicación posterior fue muy vaga y no me vale, qué si el chaval los llevaba toda la noche empujando, qué si se despeinaban el cardado. Fuimos a disfrutar y ese chico lo estaba viviendo entusiasmado, si no quieres que nadie te empuje, puedes ir a uno de Álex Ubago y si bebes…hay que saber mearlo. Un placer y un lujo haber podido estar en primera línea de asalto. Ojalá nos veamos en más, D. Enrique Villarreal.
Crónica y fotos: Mar García.
Foto de portada: Chema Pacheco.