Isa Bello Dublang a.k.a. DELIRIUM, bailarina, profesora y coreógrafa de Dark&Urban Tribal Fusion Bellydance, co-directora & fundadora y artista en LA NARIZ ROJA, performer de artes escénicas, loca de los shows con fuego y luz, amante del arte en general y de frikadas infinitas. mejor descripción imposible.
- ¡Muy buenas Isa!. Que alegría saber de tí, aunque sea por las redes. ¿Qué tal estás viviendo esta m***da de pandemia a nivel personal?. Es una pregunta que iba a caer sí o sí, jajajaj.
- ¡Hola gente bella! Gracias por querer contar conmigo, me hace mucha ilusión. Bueno, empezamos fuerte jajaja. Pues mira, yo soy de esas que vivió mejor el primer confinamiento que la basura que está pasando ahora. En marzo yo ya llevaba mentalizada cosa de un mes de lo que iba a pasar, porque fui hablando diariamente con una amiga y compañera danzarina italiana y bueno, lo vi clarísimo. Así que enseguida me organicé y no paré quieta de dar clases online y buscarme la vida en casa para hacer cosas, así que, dentro del caos, la locura y la destrucción, estuve y lo llevé de p. madre. Verano me lo pasé tocándome el higo a dos manos, porque lo necesitaba. Tenía que dejarme asimilar de otra forma también todo esto, y descansar y desconectar porque lo que digo, es que no paré. Y fue una mezcla entre guay, y sensación rara… Pues porque es raro, todo. Y mejor o peor, todes lo notamos. Y bueno, ahora cuando he empezado a dar clases presenciales desde octubre, intentando volver a mi normalidad que es empezar el curso/curro como cualquier curso…pues una CACA como un rascacielos jajajaja. Tanto cambio de toque de queda, el cual diré que me parece la mayor absurdez del mundo, y el cambio de restricción de movimiento entre municipios, que podría entenderlo más pero me toca la fibra tener que volverme loca buscando salvoconductos para excusarme de hacer nada malo… pues me tiene agotada.El resumen en estos momentos es ese. Agote. Incluso más que agote, el resumen es PSÉ. “¿Cómo estás? Psé, hasta los huevos, pero bien.” La gente con la que hablo está igual, es como un general/global mood. Todes sonreímos como diciendo “es lo que hay, y dentro de eso, voy”, en general estamos ocupades y con mil cosas que hacer, aprovechando a hacer actividades donde podemos, jugando, entrenando, aprendiendo cosas nuevas… Y a la vez, de fondo una sensación de desilusión, desmotivación, pasotismo, pereza…porque como cada día es una cosa, y no sabemos por donde tirar, como que cuesta coger un ritmo.
Así que bueno. El mundo es un caos, y en cada uno de nosotres hay otro caos también, y ahora es normal que estemos así, bien y psé a la vez, supongo, ¿no?. Ya te digo, yo en general me mantengo en el que, en resumen y teniendo en cuenta que soy plenamente consciente de la situación y de que me/nos afecta y la normalidad de esa anormalidad, estoy muy bien. Es contradictorio. Pero como todo, ahora mismo. No creo que exista una respuesta única ni siquiera para una sola persona. - A día de hoy, no creo que haya mucha gente que no os conozca, pero cuéntame ¿De dónde salió Carnivale?.
- Carnivale es el local donde impartimos clases, talleres, etc. De danza, yoga, flexibilidad, o cualquier actividad que tenga relación con “nuestro mundo” (danza, circo, artes escénicas…) y que podamos permitirnos en nuestro pequeño espacio. Básicamente, hace unos cuantos años (2011) se cruzaron los astros a mi favor, y cuando empecé a currar dando clases en Santander, tardé poco en encontrar un local disponible en Torrelavega donde poder hacer mi “cueva”. Entre que el estilo de danza por el que me decanté no es ni el más buscado, ni el más demandado, ni el más comercial… y que yo tengo la cosa de que, aunque trabajo muy bien en/con proyectos ajenos si estoy a gusto y conectamos, en lo mío trabajo muy bien por mi cuenta, pues me venía muy bien (por no decir que es una necesidad) mi propio espacio donde hago lo que quiera, con mis normas, mis horarios, mis contenidos, mi total libertad.
Intentamos que salieran más actividades, pero hay muchos centros de danza y gimnasios que son más vistosos y tienen buenas ofertas, así que desde hace tiempo que centro mi actividad solo en el Tribal Fusion Bellydance. Como curiosidad, para quien no lo sepa, el nombre de “Carnivale” viene de una serie de televisión con el mismo nombre que es de mis favoritas de todos los tiempos, que aprovecho a recomendar si os gustan las series, y sobre todo si os gustan un poco especiales, y ya no digo nada si os gusta la ambientación de Freakshow clásico estadounidense de caravanas de fenómenos. Es una mezcla entre una ambientación maravillosa y la clásica lucha entre el bien y el mal, el circo de fenómenos vs el circo de predicadores, el ocio y lo más visto vs la iglesia y el supuesto buen camino. ¿Y cómo se podía llamar mi espacio, donde todo puede pasar? Pues Carnivale. Como ese Circo donde todo vale.
- ¿Qué evento recuerdas con especial cariño?.
- Buf, es muy difícil elegir cuando has vivido tantos, y sobre todo cuando recuerdas con cariño detalles de absolutamente TODOS. Incluso de los momentos en que se pasó mal por nervios, ahora se recuerdan como si el Yo con callo mirara con cariño al Yo virgen y asustado, y quisiera abrazarle para decirle que lo que hizo estaba bien y que iba por buen camino. Todo, absolutamente todas las experiencias, han sido y seguirán siendo una pasada y valoro profundamente todas y cada una de ellas.
Pero si tengo que elegir especiales, creo que siempre tendrán una importancia extra las primeras veces, que son muchas, porque siempre hay cosas nuevas y mañana siempre será la primera vez en otra cosa.
Me quedo con la primera vez que bailé en la Nave de Santander. La primera vez que bailé con algo mío, mi desvirgue puro y duro como Delirium, el nacimiento, vaya. Convencidísima ya de que iba a dedicarme a bailar y eso, pero aún no me había animado a empezar en serio, fue mi desvirgue obligado. El simple hecho de que confiaran en mí, cuando yo aún no era nadie, y quisieran contar conmigo en un Cabaret de Circo, buah, pues solo eso ya fue muy grande. Y es que los NERVIOS no tenían ni nombre cuando aquello, ¡qué histeria! Entre la emoción de sentirme arropada por esa gente que además de amigues y compañeres, eran maestres y unes CRAKS. Y a eso añadimos que he tenido siempre una inseguridad y un miedo escénico de la ostia (si, con el tiempo lo he conseguido entrenar y acostumbrarme a ello jaja, y si, confirmo que los nervios no se pierden nunca, otra cosa es que se puedan controlar mejor, pero que no desaparezcan nunca porque dan emoción y vida), estaba acojonadísima… Sabía que entre el público había mucha gente conocida, en los eventos de Circo en Cantabria casi que ves siempre a esa misma gran familia (es AMOR, la familia, y saber que vas a reencontrarte con mogollón de personas bellas cada vez que asistes a un evento de estos), y había compañeras mías de clases de baile y todo… buf, que PRESIÓN, lo pasé FATAL. Y a vez, quería/tenía que hacerlo. Era superación personal, más las ganas de que la gente conociera esa danza, y las ganas inmensas de formar parte de forma más activa de aquel mundillo que tanto amo. Me sentí querida, valorada, apoyada… y básicamente, gracias a aquello, estoy donde estoy ahora. Eternamente agradecida. Y bueno, recuerdo que me gritaban ánimos y cosas bonitas y se me fue la pinza como tres veces durante la coreo, se me olvidó, me paré en mitad de la actuación, me llevé las manos a la cara, estuve a punto de salir corriendo del escenario (literal)… y al final me animaron más, y continué, y acabé. Y ese video, con las confusiones incluidas, está subido en mi canal de Youtube. Lejos de avergonzarme, no solo me parece tierno recordarlo, si no que pienso que es importante mostrar todas las caras de las cosas, los procesos, y las imperfecciones, en un mundo en el que nos obligan a pensar que lo único que vale es el producto final, la imagen a vender, la perfección. Yo estoy súper orgullosa de mi, y de todo el mundo que me encuentro, de sus fallos, de sus cagadas, de sus aprendizajes y de sus maneras de resolverlo. Ese evento, además de ser el comienzo de una vida, fue el comienzo de la forma de ver el aprendizaje y el compañerismo de una forma bestial.
- ¿Y en cuál has vivido un “WTF” con el que aún te sigues riendo?.
- Buah, pues tengo miles también jajajaja. Me voy a quedar con uno que vivimos hace poquitos años, yo creo que hace un par o así. Nos pidieron nuestro espectáculo de fuego para un campeonato o nosequé de patinaje artístico infantil, inspirado en Disney. Para quien no lo sepa, nuestro show se llama El Ritual de Farralis, y tiene un rollito mitológico/pagano/dark con música paganfolk y es así como oscurillo. Bueno, todo eso está bien a mano para que la gente vea bien el producto y que pueda comprar sabiendo lo que compra, y tal. Nos pidieron hacer el show DENTRO de un polideportivo, FUEGO, dentro de un polideportivo. Y encima, querían PIROTECNIA. Nosotros insistimos en que no era buena idea, por tema seguridad, por tema humo, por tema todo, pero como insistieron tanto, pues al lío, cliente manda y si dicen que se puede, será porque se puede. Por la temática, insistimos también en que si querían teníamos otras cosas que igual les encajaba más con el rollito Disney más mágico-cuqui-princesil, podríamos haber hecho algo con nuestros personajes más élficos, con elementos de lucecitas led, música más monis… Les pasábamos vídeos, todo. Y dijeron que querían el show tal cual. Vamos a ver, a mí no me parece descabellado, Disney también tiene villanos, películas y personajes bastante/muy oscurillos, no todo se limita a princesas, así que no veo problema, en realidad tienen bastante variedad y puede encajar cualquier cosa. Bueno total que empezamos a actuar en mitad de un pabellón gigante donde la gente estaba hiper mega lejos, y entre el fuego y la pirotecnia en un espacio cerrado, pues “que raro” que empezara a llenarse todo de humo… Y a mitad de mi último número, empecé a ver el desalojo del pabellón, y yo seguía ahí, meneando las pois de fuego jajaja, cuando sin avisar, me cortaron la música a mitad de número y encendieron las luces. Vamos, que me cortaron así de mala manera. Con las mismas, sin que nadie viniera a decirnos nada, recogimos todo, y nos piramos. Fue muy raro. Pues los días siguientes, nos intentaron liar para que no les cobráramos diciéndonos que eso no era ni Disney, ni para niños, que si la música, que si muy oscuro, que si no se podía hacer fuego ni piro dentro de un pabellón… y lo mejor, que el cura del pueblo había dicho que aquello era satánico, que habíamos hecho apología al demonio y no se que historias, y que no iban a pagarlo, que no sabían que era así, que no era lo que habían contratado. Y atención, QUE ES QUE ELLOS NO TIENEN POR QUE LEER/MIRAR LOS DOSSIERES NI LO QUE CONTRATAN. ¿Hola? Bueno, pues como estaba todo más que dicho y bien hecho por nuestra parte, les respondimos que todo aquello estaba hiper hablado y aclarado. Nosotros no habíamos engañado a nadie, incluso ofrecimos alternativas que creímos que les podrían haber gustado más, y sudaron de nuestros culos. Así que, repelentemente bien dicho, les respondimos todo de forma totalmente irrebatible y les invitamos a vernos en los juzgados. Al día siguiente pagaron y se callaron las bocas. Lógico. Pero vamos, que 0 preocupaciones, porque sabíamos que íbamos a cobrar y tal, pero las RISAS que nos echamos a costa de nuestro satanismo fueron de manual.
Además, hay otra anécdota graciosa, y es que la concejala que estuvo negociando con Miguel todo, una de aquellas veces de negociaciones, empezó a decirle que si le bajaba el precio. La mujer tenía unos pechos enormes e iba con escotazos, cualquiera miraríamos. Bueno, el caso es que Miguel nos contaba en el grupo de whatsapp que teníamos del grupo, donde estábamos Marisa, él y yo, que “la pobre mujer, debína de estar clavándosele los aros o algo porque no paraba de moverse las tetas casi sacándoselas del escote mientras me comentaba lo de bajar precios” y a Marisa y a mi casi nos da algo. Porque ya no solo fue el que Miguel no pillara el intento de uso de armas mujeriegas clásicas para conseguir que, rendido a sus encantos, le bajara el precio, si no que encima se lo subió. Así que después de todos los pifostios, encima, cobramos más. Es una auténtica maravilla. - Siempre intentáis que cada espectáculo sea único y diferente. De hecho, fusionáis tantos estilos y tendencias (corrígeme esto si está mal expresado), que termináis creando otros propios. ¿Es una forma de ir adaptándose a los tiempos o un “La nariz Roja style”?.
- Jajaja, no se si puedo corregirte, hay tantos conceptos en el mundo del arte que creo que cualquiera es válido. En realidad, creo que nuestro style no es más que una amalgama de muchas cosas que ya existen. Está todo inventado antes de que se invente, simplemente cada cual le da forma y lo combina desde su forma de ver las cosas y, también, como puede hacerlo finalmente. Creo que es una mezcla de las dos cosas, tanto necesidad/apetencia propia nuestra, como adaptación a lo que hay. Va unido. Y a veces, dependiendo de la situación, cambia el orden. O bien hacemos lo que nos da la gana, y encaja o se adapta a lo que toca, o vemos que hay y hacemos lo que nos da la gana también dentro de lo que encaja en todo aquello. Lo que es imposible es que hagamos las cosas 100% como se exigen o se piden desde fuera, necesitamos mantener nuestra esencia, si no, todo perdería sentido.
- ¿Cómo veías la escena antes de la pandemia (Tanto los espectáculos, como las clases)?. ¿Y ahora?.
- Buf. Pues antes de todo esto, había mucha oferta y mucha demanda de espectáculos sobre todo. Es más, hablando con compañeres del mundillo, este 2020 lo teníamos todes petadísimo de fechas reservadas ya para actuaciones tanto de mercados temáticos, como de eventos de ayuntamientos, como de talleres y festivales de danza dentro y fuera de España… Se presentaba un año solucionadísimo. Antes de eso, la cosa iba muy bien, desde hace unos años no nos podemos quejar. Es un mundillo bastante inestable para muchos de nosotros, así que de toda la vida vamos por rachas y vivimos al día a día. Un año teníamos mazo de curro desde marzo, otros años solo en verano… Bueno, como fuera fluyendo, pero siempre con bastante curro y moviéndonos de acá para allá entre shows y formaciones varias. Las clases, más de lo mismo. Cada comienzo de curso es un no saber qué clases saldrán ni cuanto durarán, porque primero tienen que salir, y luego se tienen que mantener activas. Pero bien, en general, muy bien, muy contentes con todo. Y ahora, pues una p. mierda jajaja. Bastante que hemos currado con algunas cosas durante la pandemia, pocas, pero algo, que ya es mejor que nada. Y han sido de agradecer profundamente, no solo por la parte económica, si no a nivel humano, energético, activo… Bueno, es un regalazo poder disfrutar de la cultura ya sea participando directamente como parte de ella, o como espectador. Y ahí estamos, a cuenta gotas con cositas que van saliendo. Desde el principio, todo el mundo está organizando mil cosas y contando con nosotros y con nuestres compañeres del artisteo, pero la gran mayoría de esas cosas se van cancelando, ya tu sabe. Así que aprovechando al máximo y disfrutando las cositas que van saliendo adelante. Las clases, lo mismo. Como no muevo masas, me es fácil adaptarme a los grupos reducidos, porque ya los tenía, y al cambio de horarios y demás, aunque sea incómodo estar siempre mareándonos con eso. Hay muchas personas con ganas de hacer cosas y se animan, prueban, se adaptan y se mantienen, así que entre algunes podemos tirar hacia delante, compartir ratos juntes… y es muy guay. También hay mucha gente con miedo e inseguridad, normal. Si es que está incómodo todo. Pero bueno, tirando. Y agradecida de que estemos mucha gente con ganas de mantener activa la llamita de la creatividad y el hacer cosas.
Con paciencia y adaptándonos a los ritmos que nos marca la vida, el resto de la humanidad, y nuestro propio cuerpo. Ya volveremos a estar tranquiles, y mientras, ¡pues como podamos!
Foto de portada: Roberto Anguita.
Entrevista: Álex Kennedy.
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