Hace ya seis años salió al mercado de la mano de Fragment Music y Música Autónoma un disco gestado en las entrañas de Madrid por un grupo de jóvenes sin más pretensión que hacer llegar su mensaje al mayor público posible; Con el paso de los años ese disco se ha convertido en el que es probablemente uno de los álbumes más importantes de la escena hardcore nacional y el grupo en un mito, un monstruo que no ha dejado de crecer ni quizás lo deje de hacer jamás. Después de llegar a nuestros oídos esta obra de arte, “BSO 1999-2000”, y de superar las pretensiones de la banda llegando a rincones que quizás jamás hubiesen alcanzado, al igual que otras bandas como At The Drive-In que en la cumbre de su éxito deciden abandonar el barco, estos chicos dan por terminada su relación juntos y el sendero que antes recorrían se divide en nuevos caminos, abandonando un proyecto que de seguir a día de hoy puede que fuera uno de los más importantes del panorama nacional. Este grupo era 995, una banda que nos dejan como legado una trayectoria plagada de conciertos y dos grabaciones, un MCD de cinco temas y el anteriormente mentado BSO 1999-2000.
Desde el momento de la desaparición de la formación el embrión original, voz, guitarra y batería, deciden crear un nuevo proyecto, alejado de la idea original de 995, con el mismo trasfondo de crítica social y política, de letras cargadas de emotividad, pero recorriendo ahora el pop, el post hardcore, el rock, los sonidos electrónicos… y haciéndolo como trío, donde el vocalista adopta además el papel a la vez de bajista con un resultado gratamente sorprendente. Tras unos cuantos años preparando su disco debut, sale al mercado de la mano de La Incubadora “Música del descontento”, el álbum debut de ZOO. El que intente encontrar en este nuevo proyecto algún vestigio de 995 puede ahorrarse la compra del disco, porque han conseguido desterrar por completo su pasado con esta grabación. Estamos hablando de un álbum que se aleja por completo de la antigua identidad de los miembros, han dejado de batallar con sus canciones para reclamar ahora a golpe de melodía, las distorsiones han perdido fuerza dejando paso a una mayor presencia de elementos electrónicos y de nuevos ritmos que recorren estilos inesperados. El disco está compuesto por doce cortes, desde el primero y single que da nombre al disco, “Música del descontento”, hasta el que cierra el disco, “Nuevas formas”, ambas canciones quizás sean las más cañeras del trabajo y las más identificativas en primeras escuchas para los oyentes. Pero no se quedan ahí, “¿Donde estáis?” es uno de los temas más potentes del álbum donde se vuelven a cuidar hasta los más mínimos detalles en la voz y en las instrumentaciones, como en “Sueños de androide”, donde hacen un guiño a la electrónica sintetizando las voces. Y como no, también hay canciones con una carga emotiva importantísima, como “Perdido en la espiral”, una de las mejores canciones que bajo mi punto de vista se han hecho últimamente en el panorama nacional, “Mi habitación se ríe de mi”, “Nombres de papel”… Donde vuelven a recorrer senderos electrónicos para cargar de sentimientos cada uno de los acordes y notas que forman la canción, o “En el espejo”, canción donde las voces ganan fuerza respecto al resto del grupo y los acordes se cargan de melancolía. Canciones a medio camino, como “Esa parte del mundo,” plagada de melodías, de voces, de un detallismo cuidadoso y fino en los sonidos logrados por la guitarra, y “Desde el desastre”, que recuerda a bandas como Fugazi o Cordura.
A fin de cuentas, un disco variado, plagado de musicalidad y melodía, y con unas letras que en ocasiones se hacen punzantes, irónicas, críticas, pero en otras salen directamente desde el corazón, tan cercanas que incluso podrían ser adoptadas por muchxs de nosotrxs. En definitiva y para terminar, estamos quizás ante uno de los discos del año y posiblemente uno de los trabajos en castellano más originales y mejor ejecutados hasta la fecha. Ahora la cuenta pendiente es con su directo, donde la incursión por los caminos electrónicos de la mano de un teclado, un sintetizador y un ordenador, lo harán seguro más que atractivo. ¿La cita? El Artículo20 en Avilés www.articulo20.com donde esperemos consigan sorprender a propios y extraños.
Para los más curiosos decir que versionan a Nancy Sinatra y la duda que nos queda es saber si tocarán algo de su antigua banda. Lo que es seguro es que con este nuevo disco no han buscado ni recordar ni alejar de nuestro corazón a 995; Simplemente han creado un trabajo en el que abandonan los suburbios de la ciudad para caminar con paso firme por las iluminadas avenidas. El futuro se llama ZOO, viste de traje de Armani con pasamontañas, y entrega música a todos los locos descontentos e inconformistas para que la asuman como propia. Que el ruido siga encendiendo cada vez más ciudades a su paso.
Comentario por Dr Amor
Fotografía por ZOO