Tenía claro hacia que lado se iba a declinar la balanza de esta reseña, incluso antes de abrir el disco.
The Rise of the Soul Gestapo ya dejaba las cosas en su sitio, y de igual manera que aquel Cocaine Eyes nos ponía los dientes largos, como preludio de su primer disco, en esta ocasión ya nos habían regalado Moving Fast hacía unos meses, y parecía evidente que esta segunda venida, iba a mantener al menos el nivel de su puesta de largo, que no es poco decir.
Nos encontramos simplemente, de nuevo, ante nueve cortes de rock acelerado, y dos medios tiempos. Si te compras el disco en vinilo, además disfrutarás de un tema más, aunque, a dia de hoy aun no están disponibles. Es dificil destacar alguna canción, ya que se trata de un disco bastante directo y homogeneo. Tal vez la ya citada Moving Fast sea la más quedona, pero puede que simplemente sea que partía con ventaja, porque ya la conocíamos de antemano. Those Things, por ejemplo, también se hace algo especial por el toque de armónica que en el disco atribuyen a un tal Jon, al que no tengo ubicado. Precisamente también Selfish, una de esas dos un poquito más lentillas tiene bastantes papeletas para convertirse en una de nuestras favoritas, principalmente, porque me parece que Aitor canta increible, especialmente en esta.
Los puntos fuertes, pues los que comentamos, rock directo y acelerado, guitarra, bajo y batería sonando a rock del de verdad, ese sonido que a la par de sencillo es tan sumamente dificil de conseguir, y sobre todo, por encima de todo, grandes canciones.
El disco tiene una presentación bastante sobria, pero la portada (también diseñada por Aitor Ochoa) me parece muy buena, y muy apropiada para el contenido del mismo.
Estamos, por tanto ante una banda de altísimo nivel. Si tienes la suerte de que actuen en tu ciudad, no dejes de ir a verles, porque podrás apreciar como toda la energia que transmite este Second Coming of the Soul Gestapo, se multiplica por mil.
Comentario por Oskar Sánchez
Fotografía por SOUL GESTAPO