En este último trabajo Muse explota su faceta más electrónica, oscura y probablemente más madura. No contentos con mezclar el clásico piano con guitarras ultra-saturadas y estructuras operísticas, ahora añaden sintentizadores que les acercan más al techno. A primera vista, o a primera escucha, te deja ligeramente atónito e igual hasta algo decepcionado. No es lo que uno podría esperarse de ellos a estas alturas, y menos si lo primero que a uno le llega es el single, en el que apenas se les reconoce. Aún así después de escucharlo alguna vez más acabas por encontrar sus clásicas melodías, mezcladas de otra manera, baladas que recuerdan a las de su último disco, algún que otro riff ya escuchado, y alguna vuelta de tuerca como Knights of Cydonia (el single en US), que perfectamente podría ser la banda sonora de una película de ciencia ficción y que incluso podría estar producida y coreada por Queen. La temática del disco gira en torno a la oscura época en la que está inmerso el mundo y a la necesidad de cambiarlo. En canciones como Take a Bow, Assassin o Map of the Problematique tenemos un claro ejemplo: corrupción, inconformismo, soledad, angustia… que se contraponen con Invincible, en la que se vislumbra un rayo de esperanza. Starlight y Supermassive Black Hole se desmarcan de la tónica general del disco y apuestan por temas más típicos de la discografía de Muse. Es extraño, apenas comercial. Da la impresión de ser el primer paso en una etapa de transición del grupo, que si no convence al público igual queda en un simple experimento. Atrevido e inusual. Ingenioso, con ciertos tintes de locura. En definitiva: Muse.
Comentario por KPA y Bloody
Fotografía por MUSE