Psycofonía Records edita este 2007 el primer disco de Banshee, casi diez años después de la formación del grupo. Durante este tiempo, sólo en el año 2000 nos habían ofrecido una maqueta, más un par de temas sueltos, que grabaron cuando fueron ganadores del I Concurso Juvecant. Por tanto, todos los seguidores del grupo, estaban absolutamente impacientes esperando la salida de Puntos de Luz.
Su contenido no me ha causado mucha sorpresa. Ni a mi ni a ninguno de los que hemos seguido su trayectoria durante este tiempo, pero si intento ponerme en la piel de aquel incauto que se encuentre de sopetón con este disco en sus manos, no puedo sentir otra cosa que no sea vértigo.
Son siete temas en total, que en conjunto superan los setenta minutos de duración. A pesar de ser sólo tres músicos nos encontramos con un disco solidísimo y aunque entre los tres se bastan y se sobran para no dejar fisuras, durante la escucha apreciamos, en algunas ocasiones, varias capas musicales superpuestas. Con especial presencia por parte de las líneas de bajo, que a veces incluso superan en presencia a las guitarras. Estas por su parte nos muestran una buena colección de cuidados sonidos, riffs y punteos, que en ningún momento caen en el exceso técnico. Lo mismo se puede decir de las baterías, que ofrecen una gran variedad de originales breaks cuando es necesario, pero nunca pierden la consistencia. En cuanto a la voz, se mueve en registros melódicos con muy diferentes texturas y mucha expresividad, sumando geniales arreglos en los coros.
Pero la mejor parte de todas se la llevan las composiciones, ósea los temas, las canciones. A pesar de su larga duración en ningún momento parece que la dirección de cada una de ellas se pierda, incluyendo buenos puentes y estribillos que hacen la escucha muy accesible para cualquier tipo de público. Las letras (en las que ha colaborado de manera especial Nahum de Lunática), son en castellano, y resultan lo suficientemente claras como para no ser una colección de palabras sin sentido, y lo suficientemente crípticas como para no agotarse tras las primeras escuchas, dejando abierta la interpretación por parte del oyente.
Para quitar hierro al asunto progresivo incluyen un simpático, pero muy elaborado, instrumental llamado Ni, en patente homenaje a Monty Python.
En cuanto al diseño, a cargo de Jaime Cobo Levi (Imperfectus Bultus), muestra en su portada una tostadora sumergiéndose en agua, cuyo cable de corriente es curiosamente un jack de guitarra. Se que han querido hacer una portada abierta y sugerente para que cada uno la interprete a su manera y por mi parte he acabado relacionando los puntos de luz con aquellas cosas a las que nos aferramos en nuestra vida diaria para poder sobrevivir entre tanta podredumbre, como la música, esas pequeñas cosas del día a día que más de una vez consiguen que no acabes, precisamente, sumergiendo tu tostadora en la bañera antes de haber salido de ella.
Puntos de Luz sitúa, sin ningún lugar a dudas, a Banshee en la primera línea del Rock / Metal Progresivo en nuestro país, y esperemos les abra una pequeña puerta a nivel Europeo.
Comentario por Oskar Sánchez
Fotografía por BANSHEE