Ya han pasado 5 años, desde que un quinteto de amigos de Mejorada del Campo en Madrid decidieron unirse, para crear música. No les movía únicamente el amor a este arte sino también sus ansias de transmitir y compartir con quien estuviera dispuesto a escucharles, sus reflexiones acerca de la vida, literatura, filosofía o experiencias pasadas. Reflexiones que seria imposible surgieran sino existiera esa conexión tan fuerte que les une y que reafirman cuando vuelcan su alma durante periódicas reuniones alrededor de un buen vino como si de hermanos se tratase. El resultado de todo esto es su primer disco. Un trabajo homónimo, que muchos en este país necesitábamos y esperábamos sin saberlo.
Atrás quedó ya esa maqueta con cuatro temas que repartían en sus directos y que ya dejaba vislumbrar el éxito que se avecinaba. Con un estilo rockero, unas letras realmente trabajadas y una estética influenciada por el mundo de la oscuridad, Evohé ha sacado al mercado doce temas que no solo se quedan en música, sino que cada uno de ellos es pura filosofía hecha canción.
Estrofas tales como: “El velo y el cristal tiene encerrado al sol. La carne y el metal encierran al corazón.” o “seamos estrellas para contemplar nuestra historia sin temblar sin importar el final: la aventura de lo humano nuestro regalo”. Son capaces de hacernos recordar el humano que eres o bien el que deseas ser, te despiertan de tus miedos recordándote tus deseos. son letras capaces de hacerte revivir tus momentos más tristes y darles la vuelta para descubrir lo positivo que puedes sacar de ellos.
Es Eduardo Gris quien escribe de su puño y alma esta poesía echa canción y si bien no le vemos en los escenarios en todo momento, está ahí como el 20% de Evohé. Acompañando a cada uno de los temas hay una historia, una reflexión que complementa a la canción, completa su sentido y te hace conocer un poco más la filosofía de este grupo, el significado del disco y lo que realmente han querido decirnos con esta obra. Reflexiones que, al ser leídas, te dejan un regusto agridulce y una expresión pensativa, es imposible quedarse indiferente ante ellas.
David es el encargado de llenar de pasión estas palabras y transmitirlas al público .Su voz que, a muchos les recordará a Ville Valo, Bunbury o Bellamy, (Algo que, lejos de ser una mala crítica, creo algo muy difícil de conseguir y de que sentirse orgulloso) está cargada de fuerza y da identidad propia a la banda, haciendo reconocer a Evohé en los primeros momentos de escucha.
Nada de lo anterior sería lo mismo sin un contundente grupo de músicos para dar cuerpo a todo ello. Héctor a la batería , Rafa a la guitarra y Patrick al bajo son los encargados. con la colaboración de Víctor Pérez, Alex Serrano y Fernando Alonso introduciendo pianos y vientos que dan a este disco una profesionalidad que muchos querrían en su primer trabajo.
No olvidamos el diseño del completo libreto a mano de Cristo Aleister, que , con un estilo sencillo y una tipografía trabajada, refleja lo que Evohé tiene que decir, dejando de lado enseñar sus rostros en exceso, pues no es imagen lo que ofrecen.
A los mandos se encuentra Dani Alcover así como Carlos Pina en la producción artística, escogidos precisamente para que el disco saliese como Evohé realmente quiso que saliese. Cada letra se encuentra acompañada como hemos dicho previamente de su texto correspondiente y una cita de personajes como Nietzsche, Poe o Shakespeare que no han sido escogidas precisamente al azar. Acompañando las canciones viene de la mano el primer videoclip del primer single de Evohé “Las 11 eses del camino” digno de ver por su calidad técnica y artística.
Un disco altamente recomendable para escuchar a un bien nivel decibélico con libreto en mano y la mente muy muy abierta.
Comentario por Bea Pereiro y Rodrigo Solana
Fotografía por EVOHÉ