Fecha de publicación:
Menos de dos años después de Amputechture, vuelven Mars Volta, el grupo que mejor ha sabido recuperar en esta década la esencia del mejor rock progresivo y sinfónico de los 70, añadiendo unos toques de metal moderno y de hard-core (sus co-líderes, Omar Rodríguez-López y Cedric Bixler-Zavala eran miembros de At The Drive-In).
El título, The Bedlam In Goliath, hace referencia a una experiencia sobrenatural que la banda afirma haber sufrido recientemente. Durante la gira previa a la grabación estuvieron jugando con una tabla ouija que Rodríguez-López compró en Jerusalén, y conjuraron un espíritu (Goliath), que al parecer trajo mala suerte y desgracias a la banda (fallos informáticos inexplicables, inundaciones en el estudio, ingenieros con los nervios destrozados, etc). Así pues, el disco parece una especie de exorcismo.
Tras un par de discos más experimentales y farragosos, The Bedlam In Goliath supone en cierto modo un regreso a las canciones más directas y cerradas que les dieron a conocer en De-Loused In The Comatorium, su primer álbum, pero de forma más elaborada e intrincada, como si hubieran sintetizado en este disco las enseñanzas de los tres anteriores (las influencias de Yes, Hendrix, Santana, Barrett y sobre todo King Crimson siguen muy presentes). Vuelve a ser un disco “divertido”, y muy furioso. Y tal vez ahí esté el punto débil de “Goliath”. Empieza muy arriba, y se mantiene arriba, y cuando parece que baja, no hace sino subir, lo que puede dificultar su escucha a oyentes poco familiarizados, apabulla en exceso. En el apartado polémico de la producción también está el tratamiento de las voces. Cedric siempre ha hecho gala de un estilo excesivo y lleno de agudos, pero aquí lo exaltan aún más con una producción vocal llena de efectos, sobre todo de octavación, que da a veces una textura de coro de duendecillos a las voces. Para algunos puede encajar con la atmósfera tan al límite de los temas, pero para otros puede ser agobiante.
John Frusciante, de los Red Hot Chili Peppers, que como brazo ejecutor de las Órdenes de Rodríguez-López, puede dar rienda suelta a su vena más experimental y virtuosa, vuelve a ocuparse de gran parte de las guitarras del álbum. recordando los tiempos en los que fue aspirante a guitarrista para Zappa.
En resumen, otro disco estimulante y a la vez exigente de una de las bandas más marcianas de los últimos años.
Comentario por Absento
Fotografía por THE MARS VOLTA
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.