Moonspell no han engañado a nadie. No al menos a los que les han visto en directo en los últimos años. Ya lo dijimos en la reseña de su anterior disco y tenemos que repetir en este, continuan un embrutecimiento bastante potente, pero no quieren volver atrás, tal vez por eso rehacen su logo de nuevo y tal vez esa pueda ser una buena razón para no cerrarse la puerta a los temas más comerciales, como es el caso del single Scorpion Flower, un temazo que encajará muy bien en las radios que se atrevan a pinchar algo de metal y que juega dentro del plástico un papel muy similar al que jugaba Luna en Memorial, sólo que en esta ocasión la voz femenina invitada es la nunca suficientemente idolatrada Anneke Van Giersbergen. Como digo, pese a ser un tema pesado y potente, es con mucho el momento más comercial del disco, así que no os dejeis engañar, el disco se parece más al Ribeiro de la camiseta sin mangas que al de sombrero de ala ancha.
Tal vez Dreamless podría ser el otro tema que más agrade a los seguidores de su etapa intermedia de más tintes goticosos, porque lo cierto es que el resto del disco está cargado de brutalidad en las voces, dobles bombos machaca-craneos y atmósferas muy profundas y siniestras.
En una discografía ya extensa como la suya cuesta situar los discos por orden de preferencia, pero sin duda han vuelto a colocar su nuevo trabajo entre los de arriba. Moonspell están pasando un gran momento en su carrera y todo parece apuntar a que aun les quedan muchos grandes discos por publicar.
Comentario por Oskar Sánchez
Fotografía por MOONSPELL