635: SOUND OF SILENCE – Nuestro Amor a la Agonía

La verdad es que siento cierta debilidad por esta banda, pese a que en los últimos tiempos hayan florecido como hongos este tipo de grupos a lo largo de todo el rollo undergroud nacional de metal. Aún así, Sound of Silence tampoco es que sea una banda puramente de metalcore, o como el consumidor quiera llamarlo; sino que ahondan más en pasajes extremos y se dejan de voces melódicas endureciendo todos los aspectos compositivos.

Recuerdo el primer concierto de estas gentes de Gijón que ví, allá en Barros, junto a sus hermanados Legacy of Cain, y nuestros Gathering Darkness. Lo que me sorprendió fue la voz hiperaguda y desgarradora de su cantante, a veces excesivamente cargante quizá, combinada con un potente sonido lleno de remiscencias escandinavas y partes muy cercanas al mejor metal del otro lado del océano como para poner los pelos como escarpias.

Ya por aquel entonces sacaron un Split junto con los Lecacy of Cain, con una serie de temas como Desespero, Mi vida sin ti, o Sueños imposibles, temas que se han incluido en el último trabajo de estas gentes y que ahora nos llega por aquí.

Además de estos temas, se nos presentan unos temas nuevos, como Viendo al cielo llorar, o Un Triste final, donde es curiosa la introducción de algunas partes guturales por parte de Nefta, su cantante, ya probadas en el anterior disco. Se continúa moviendo el grupo entre el death melódico puro de los primeros 90 y sus característicos punteos de guitarra; y las partes de break down americano más cafre de tiempos más recientes. Digamos que se plasma muy bien las influencias y por así decirlo, el mestizaje de estilos en todo su sonido. El resto de temas, pertenecientes al trabajo con Legacy of Cain, son mucho más oscuros y contundentes, aunque su producción es también más minimalista. Sin embargo, son grandes temas, ganando más si cabe en directo que los temas de su anterior trabajo. Hay que destacar, por último las letras, oscuras, tristes y muy bien trabajadas, para lo que intentan hacer llegar.

Por otra parte, este disco es uno de los últimos lanzamientos del sello Underhill Records, que recientemente ha comunicado su cese de actividad. Yo, por último, espero ya ver a esta gente en un Resurrection Fest el año que viene.