Hace mucho, mucho tiempo, más del que estoy dispuesto a admitir, decía un amigo mio que con AC/DC no es cuestión de que te gusten o no, de que seas consciente de que te gustan, diría yo, sino de si eres capaz de mantener tu pie fijo en el suelo mientras escuchas un disco suyo.
Black Ice mantiene el espíritu con firmeza y además han hecho lleno en toda la larga lista de conciertos que les queda por delante en su gira de presentación, lo que significa, por si alguno no se había dado cuenta, que AC/DC son una leyenda y que la gente les echaba de menos.
Las consideraciónes de manera estricta sobre el disco podrían dejar el debate abierto, alguien ha dicho en el foro que Black Ice no soporta la comparación con sus clásicos y (sic) “Lo peor es que se hace largo largo”. Es posible, no lo se, nunca he sido un fan de AC/DC, pero no consigo dejar de golpear con mi pie contra el suelo y afirmo que en cualquier momento de la noche, cualquiera de las canciones de Black Ice cumpliría con su objetivo de hacerte rocanrolear. Y para eso existen AC/DC.
Comentario por Oskar Sánchez
Fotografía por AC/DC