En medio de todo esto nos llegan los once cortes de este “Larga duración”, un título que puede sonar irónico si tenemos en cuenta que el disco apenas llega a los treinta minutos. Continúa la estela del anterior “El shock de Leia” en su búsqueda de una síntesis de los logros de su carrera a través de un sonido más claro y unas estructuras relativamente sencillas, quizá cercanas al pop (no olvidemos que el batería Erik Jiménez también milita en Los Planetas, o que a algunos miembros del grupo han hecho cameos en vídeos de Lori Meyers). Pero no por ello su música deja de resultar perturbadora, con esas guitarras limpias espoleadas por el bajo hipersaturado de Lorena Enjuto. Su poesía alucinada vuelve a brillar en textos ilustrados con poderosas imágenes, pesadillas de ciencia ficción surgidas del delirio paranoide de la sociedad de la información.
Comentario por Carlos Caneda
Fotografía por LAGARTIJA NICK