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Cuando en mi instituto alguién corrió la voz de que el ex-batería de Nirvana iba a montar una banda en la que sería cantante y guitarrista todos respondimos con cara de escepticismo. Otra ex-estrella del rock que quiere reengancharse al negocio para sacar unas perras extra, pensamos. Sin embargo, algunos meses después sonó algún single en la radio, y estaba fresco, y vimos algún y era divertido, y como quien no quiere la cosa, Foo Fighters se fueron ganando un hueco a base de golpes de honestidad y de sencillos directos. Melódicos pero potentes.
Entonces comenzamos a mirar a Dave Grohl de otra manera, y empezamos a darle la credibilidad que merece, como músico con entidad propia más allá de ser un ex-algo, con suerte de mantenerse a flote.
Los discos se fueron sucediendo, a la vista del “no fan” como una continuidad difusa, en la que cada poco tiempo nos sorprendían con una nueva canción buena. De repente alguien dijo en voz alta que habían pasado quince años, y la expresión de incredulidad fue la que, en esta ocasión, se asomó en muchos rostros.
El disco que tenemos entre manos es un buen ejercicio de memoria. Sin que te des cuenta han reunido suficientes de esos singles que has escuchado sin querer y los han reunido en un disco que puede ayudar a que los más despistados se hagan una idea de lo que realmente ha pasado en estos años.
Lo mejor de todo, es que el disco viene acompañado de un DVD que recoje también todos sus videoclips. Y todos sabeis que en el caso que nos ocupa son mucho más que una colección de imágenes del grupo que sirvan de excusa para poder hacer sonar las canciones en la MTV. De hecho, el DVD es tan bueno, que no acabo de entender como no le han dado la vuelta a la tortilla y lo han publicado como tal, incluyendo el CD como regalo.
Comentario por Oskar Sánchez
Fotografía por FOO FIGHTERS
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