Baroness, conocidos por muchos como “la banda que llenó el hueco dejado en Relapse tras el fichaje de Mastodon por Warner”, dejan el rojo (Red Album) para pasarse al azul (Blue Record) y firmar un gran disco, de lo más destacado del 2009.
Si alguien que no les conoce me preguntase: a qué suenan? Lo primero les diría que les escuché por vez primera cuando Last.fm me los recomendó como banda similar a Mastodon (¿Qué les dan en Georgia!?!) y si eso no les ayuda, pues les diría que suena a todo!
Encasillar a Baroness atendiendo a lo escuchado en sus discos y sobre todo en Blue Record, se presenta complejo, pues en el disco que nos atañe encontramos una variedad total. La esencia progresiva es palpable a lo largo del LP y tan pronto estamos escuchando una voz melódica como un grito desgarrado se apodera de la canción. Desde guitarreos acústicos que se entremezclan con pasajes de lo más crudo del sludge hasta riffs demoledores y flashes de virtuosismo. Esta mezcolanza se aprecia desde el primer segundo con el cambio entre la intro Bullhead’s Psalm y el segundo corte the Sweetest Curse.
El disco fluye con facilidad y por destacar algo, me quedo con el combo formado por Steel That Sleeps The Eye y Swollen And Halo, la primera (con los juegos de voces) sirve de intro a la segunda. Esta estructura de pseudointro se repite en Ogeechee Hymnal con A Horse Called Golgotha y Blackpowder Orchard y The Gnashing.
Son doce temas, que a mi parecer, no bajan en ningún momento el nivel y contribuyen a un disco épico lleno de dinamismo. Para mí son una escucha obligada, verás como se te queda clavado el estribillo de War, Wisdom and Rhyme!
Comentario por El Culebra
Fotografía por BARONESS