Hará cuatro o cinco años escuché por primera vez a Sharon Jones and The Dap-Kings en El Ambigú de Radio3 (gracias Diego A., te echaremos de menos), inmediatamente pensé que sería la reedición de algún disco olvidado de la segunda mitad de los 60 o principios de los 70 (algo así como esa joya redescubierta que es “Soul Fever” de Marie “Queenie” Lyons), craso error, al indagar en la red me entero que es música hecha ahora por un grupo de jóvenes blanquitos enamorados de aquellos sonidos; habían montado un sello en Brooklin a la antigua usanza (Daptone Records para editar singles de vinilo), con banda fija (The Dap-Kings), y que habían encontrado su musa en una exfuncionaria de prisiones que andaba cerca de los 50 años, baja y regordeta, pero un huracán cuando se ponía a cantar (algo que nos ha quedado claro tras su vista a Cantabria el mes de julio, comiéndose literalmente a todos sus compañeros de cartel); aunque llevaba intentándolo desde los 70, nunca había tenido las oportunidades adecuadas que visto el resultado merecía.
Han pasado unos años, y parece que el “soul” se ha puesto de moda, algunos intérpretes salen en las revistas de tendencias, en telediarios, en dominicales, e incluso algunas insulsas jovencitas llegan a puestos muy altos en las listas de éxito con ese supuesto acento ¿Cuánto durará? No importa, lo que está claro es que Sharon Jones & The Dap-Kings llegaron antes, y seguramente seguirán ahí cuando este revival pase porque se nota cuando algo está hecho con el corazón, discos atemporales que sonarán tan bien hoy como dentro de diez años, quizás parte del secreto sea que están grabados en un ocho pistas vintage, y todo lo que en otros discos parece de verdad, aquí lo es.
“I Learned the Hard Way”, este nuevo disco de Sharon Jones & The Dap-Kings, es el más posado y calmado de los cuatro hasta el momento; abundan los medios tiempos así como los arreglos de cuerda y coristas, sin olvidar los habituales vientos o las bases rítmicas incandescentes (no es casualidad que el bajista Bosco Mann sea el mayor compositor de la banda) que se enredan perfectamente con las guitarras y las percusiones. El espíritu del mejor soul de épocas pasadas rezuma por todo lo que se escucha.
“The Game Gets Old” abre el disco de manera apabullante con una producción y arreglos impecables ya con toda la banda a pleno rendimiento. “Money” es una portentosa versión (algo que hacen a menudo con tremendo acierto) que consigue que olvides todas las que has escuchado hasta ahora, dándola un brío y una tensión que hace que sea un punto álgido del disco. Mi favorita es la que cierra el disco, “Mama don´t like my man”: Sharon, las coristas y una guitarra; preciosa y con la desnuda sencillez que sólo tienen las grandes canciones.
Este “I Learned the Hard Way” es otro tesoro, Sharon Jones es la autentica reina del soul a día de hoy, y The Dap-Kings son la banda que todo el mundo desea ¿Hay quién de más?
Comentario por El Panoli Optimista
Fotografía por SHARON JONES AND THE DAP-KINGS