Aquí tenemos de nuevo a Amorphis. Me alegro, porque nos pasamos años predicando su nombre en el desierto, y poco a poco parece que cada vez más gente se va dando cuenta de su gran calidad. Parece que desde su último cambio de cantante todo les va viento en popa, han alcanzado mayor cota de popularidad, vuelven a aparecer en los medios especializados y el público y la crítica aplaude unánimente sus trabajos.
Como ya hemos dicho alguna vez, la voz de Tomi Joutsen ha reconciliado sus anteriores etapas, ofreciendo un equilibrio entre brutalidad y melodía perfecto para amorphis. Durante el último año este equilibrio ha quedado patente en sus dos últimas publicaciones, Forging the Land of the Thousand Lakes servía como buen repaso en directo de muchos de sus temas más representativos mientras Magic and Mayhem recuperaba sólo la primera época, pero con nuevas grabaciones.
Tras este parentesis, celebración de sus primeros veinte años de historia, era hora de continuar con su discografía oficial. Lo que nos encontramos en The Beginning of Times es una continuación lógica de Skyforger, y sin duda no es rupturista con la linea tomada desde la incorporación de Joutsen.
Los elementos habituales en Amorphis permanecen inmutables, principalmente las muy reconocibles lineas folk que se repiten en bucles infinitos de guitarras y teclados, teniendo estos últimos tal vez incluso más presencia que en discos anteriores. Los arreglos y la producción parecen acercarles hacia terrenos un poco más comerciales, no hay estridencias, todos los temas han sido pulidos hasta que no queda ni una arista dificil de digerir, tal vez hayan perdido algo de crudeza, pero por contrario podemos pensar que han alcanzado tal estado de madurez que les hace capaces de firmar canciones total e irrefutablemente redondas.
Como pasa con casi todos sus contemporaneos han ido ganando y perdiendo seguidores por el camino, porque han sido valientes y han hecho la música que sentían en cada momento. Al igual que bandas como Paradise Lost, The Gathering, Anathema, Moonspell o My Dying Bride han ido moldeando su música en cada disco y no han tenido reparos si no sonaban a lo que la gente esperaba. Por mi parte, prefiero a estas bandas, que aquellas otras que son tan serviles con su pasado, sus raices y con las espectativas de la gente que ya no se atreven a seguir creando.
Seguro que quienes supieron entender los primeros discos de Amorphis pueden seguir encontrando parte de su esencia en este último trabajo, y sin embargo The Beginning of Times es autosuficiente a la hora de convencer a cualquiera, que sin conocerles de nada, se enfrente ahora a ellos por primera vez.
Comentario por Oskar Sánchez
Fotografía por AMORPHIS