Los componentes de Granada Goblin han pasado por bandas tan dispares como Empiric, Frontline o Soylent Green, aunque si quisiésemos buscar semejanzas estilísicas tal vez las encontrásemos de manera más clara con este último grupo. Los que han etiquetado a Granada Goblin les han puesto Stoner Rock sin ningún miramiento y lo cierto es que en esa dirección corre el aire, aunque yo diría que tiene pinceladillas aquí y allí, más melódicas, o más complejas rítmicamente que los tótems del género no se permitirían.
Debutan con Jackalope, un álbum de riffs pesados, que como digo, se permiten el quiebro rítmico y el solo de guitarra aquí y allí. Osea, puede el ritmo, gana Black Sabbath y gana Clutch, pero hay otras cosas añadidas que les convierte en un grupo con una personalidad marcada más allá de su género.
En lo letrístico tal y como podríamos esperar de una banda que toma su nombre del texto de una carta de Magic, prima el mundo fantástico. De las dos torres, la Oscura de Stephen King, y la del Elefante de Robert Ervin Howard el viaje visita parajes deserticos y espaciales en los que pasamos de observar con extrañeza a la criatura híbrida entre antílope y liebre conocida como jackalope a ser abducidos por una nave extraterrestre con dudosas intenciones sexuales. En ese aspecto, creo que el álbum podría hacer una buena banda sonora para Cowboys vs. Aliens. En definitiva letrísticamente nos enfrentamos de nuevo al imaginario habitual de Dani Frïlls, que incluso los que le conocemos desde su época en No Frïlls, no dejamos de examinar con cierta sorpresa.
Jackalope es un interesante debut de una banda con un marcada tendencia stoner, pero con los suficientes elementos originales y iferenciadores como para que no podamos preveer la dirección de las canciones antes de terminar de escucharlas.
Comentario por Oskar Sánchez
Fotografía por GRANADA GOBLIN