El que sabe esperar firme como una roca, fiel a su forma de entender el mundo, observa paulatinamente como este da vueltas hasta que finalmente un día, la tendencia de moda le encaja como un guante. Ese momento pasará, y quienes esperaban firmes volverán a estar fuera de los focos, pero seguirán siendo igual de auténticos. Recuerdo haber escrito algo similar reseñando el último disco de Angelus Apatrida, hay grupos que saben lo que son, a veces encajan en los gustos mayoritarios y otras no, pero siempre siguen caminando por su propio camino.
Su Ta Gar firman con este nueve discos de estudio. En estas dos últimas dos décadas y media el Thrash ha pasado de ser “la forma de hacer metal” a estar bastante olvidado para luego ser transformado en nuevos estilos más modernos y finalmente volver a ser recuperado y reivindicado en su forma primitiva. Durante todo ese tiempo y como su propio nombre indica Su Ta Gar han ejercido de guardianes del fuego y de la llama y se han mantenido fieles a una forma de hacer música de la que incluso sus principales padres se han alejado por momentos. Thash metal, con pinceladas más Heavy y un sonido que paso a paso se ha ido convirtiendo cada vez más en Su ta Gar. Así, aunque cada disco es un pasito más y como toda buena banda nunca han dejado de seguir buscando, en este nuevo disco nos encontramos a los Su ta Gar que esperamos, esto es: Caña y melodía, voces melódicas pero rabiosas, base rítmica endemoniada y buenos solos al estilo clásico. Sobre todo grandes canciones.
Ametsak Pilatzen habla de una nueva esperanza. El momento político que vive el pais vasco se refleja de manera optimista en el disco. Todo ese espíritu se puede trasladar a la banda, Su ta Gar han sufrido rechazo e incomprensión y mientras iban creciendo cada vez más en su tierra nunca han acabado de llegar a un nivel muy masivo (dentro de lo minoritario que es el metal) en el resto del estado. Es posible que el idioma haya funcionado como barrera, pero es curioso que muchos oyentes que se comen sin pensarlo canciones en inglés sin entender ni jota tengan tantos reparos con el euskera. Quiero pensar que pese a lo gris que pintan algunas cosas caminamos poco a poco hacia una sociedad más capaz de comprender la diferencia, si es así estoy seguro de que este nuevo disco quitará la venda de los ojos a mucha gente que no podrá hacer otra cosa que tirarse de los pelos al comprobar la bandaza que se han estado perdiendo durante todo este tiempo.
Comentario por Oskar Sánchez
Fotografía por SU TA GAR