Para mi que Lynyrd Skynyrd saque nuevo disco siempre es una buena noticia. Son parte de mi experiencia vital, crecí con ellos. Sin embargo tengo que hacer un gran esfuerzo para que esta reseña no se convierta en una crónica política, pues aunque yo me resisto a comentarlo, ellos se han empeñado en los últimos tiempos en reforzar y airear su posición republicana, casi fundamentalista diría, y eso se ve reflejado en los textos de afirmación patriótica, de defensa de la tradición sureña blanca, del “I´m american and I´m proud”. Ya lo dijo Rickey Medlocke: “Nunca hemos sido una banda política, pero si escuchas las letras, sabrás de dónde venimos”.
Otros datos a reseñar de este disco son que es el primer lanzamiento desde el 2.003 cuando sacaron “Vicious Cycle”, y que fue grabado principalmente en Nashville entre los años 2.007, 2.008 y 2.009, en los descansos del “Rock + Rebels World Tour”, girando con Kid Rock. Como no podía ser menos, el disco también está marcado por la tragedia de la muerte de Ean Evans, bajista desde el 2.001, y Billy Powell, pianista original de la banda, y a los que está especialmente dedicado este álbum.
En fin, vamos a la música:
Hay canciones de riffs pesadotes típicos sobre medios tiempos (“Still Unbroken”, “Little Thing Called Love”, “Skynyrd Nation”, “Comin´Back For More”, o “Storm”) , el single para las FM y las emisoras de country-rock americanas (“Simple Life”), una pequeña caricatura de si mismos (“Southern Ways”) (recuerda demasiado a “Sweet Home Alabama”), horrorosas baladas (“Unwrite That Song”, “Gifted Hands”), una canción que podría haber firmado el mismísimo Kid Rock (“Floyd”), la cual parece demostrar que las influencias son de ida y vuelta, y alusiones al folk americano más cercano al bluegrass (“God & Guns”, aunque acaba convirtiéndose en un nuevo riff pesado-medio tiempo con final acelerado).
La edición “deluxe” contiene un CD extra con seis cortes, de los cuales tres son de estudio, (“Bang Bang”, “Raining In My Heartland” (sic), y “Hobo Kinda Man”, posiblemente mi favorita de todo el disco), y tres en vivo (“Red White & Blue”, “Call Me The Breeze” y como no, “Sweet Home Alabama”). Lo de “Red White & Blue” no sé si calificarlo de aberrante, esperpéntico, o simplemente horrible, y tanto “Call Me The Breeze” como “Sweet Home Alabama” realmente no aportan nada como para querer tener en tus manos esa “Deluxe edition”.
El disco está producido por Bob Marlette (Black Sabbath, Marilyn Manson, Quiet Riot, Ill Niño, Alice Cooper, Ozzy Osbourne, entre otros), y tiene la colaboración de John 5 (ex guitarrista de Marilyn Manson), y de Rob Zombie (coros en “Floyd”).
Sinceramente, el sonido del disco me gusta mucho en contra de los que puedan pensar que está sobreproducido, pero con un matiz: es un disco de “Hard Rock”, con algunos toques de “Southern”, sobre todo en algún sólo de guitarra, de “slide”, y el tratamiento de las acústicas y dobros, pero un disco de “Hard Rock” al fin. El sonido de guitarras es excelente, sin duda Gary Rossington y Rickey Medlocke rayan a gran altura durante la mayor parte del album y la voz de Johnny Van Zant es sencillamente acojonante. Para mi la mejor voz, y el cantante que más me gusta en la actualidad, sobradamente demostrado tanto en Lynyrd Skynyrd como en Van Zant, el dúo country-rock que tiene con su hermano Donnie.
Otra cosa son las canciones, las letras, y los “cojones” que hay que tener para titular un disco “Dios Y Pistolas”. Ni los fundamentalistas islámicos. En mi caso además, entra en juego la tremenda contradicción que experimento con este grupo y su forma de ver la vida. Adoro el respeto profundo que tienen por sus tradiciones y sobre todo por sus mayores, y por otra me disgusta especialmente la aplicación política que esto supone. En fin, se resume en la primera estrofa de “Simple Life”:
“¿Cuándo fue la última vez que te sentaste a cenar con tus hijos? … ¿O hablaron de lo que pasa en sus vidas? … ¿Cuándo fue la última vez que te paraste a ayudar a alguien? … Apuesto a que no lo recuerdas … Un montón de gente dice: “Estamos cambiando para mejor” … Bueno, eso a mi no me interesa”.
O en el estribillo de “God&Guns”:
“Dios y las armas nos mantienen fuertes … Es sobre lo que se fundó este país … ya podemos renunciar y correr si dejamos que nos quiten nuestro Dios y las pistolas”
En resumen, un disco de “Hard Rock” que si no fuera porque se llaman “Lynyrd Skynyrd” la mayoría de nosotros, sus antigüos fans, hubiéramos obviado. Para algunos de nosotros murieron el 20 de Octubre de 1.977 en aquel fatídico accidente aéreo, aunque los primeros albumes después de la reunión, sobre todo “The Last Rebel” (1.993), nos hicieran creer lo contrario.
Comentario por Iñaki García
Fotografía por LYNYRD SKYNYRD