Mi primer contacto con Wilco fue cuando un amigo que vive en Vitoria me invitó a su casa el finde que tocaban en la antigua Sala Azkena (Hoy Jimmy Jazz).
Yo, la verdad, no tenía ni puñeteras ganas de concierto, pero me dijo –y confío en él musicalmente- “Ven: a ti te va a gustar”. Yo la verdad, lo que quería era tirarme una fiesta por Vitoria, así que le dije que vale, que iba con él a los Wilco esos. Era el año 2.005, y la gira de presentación de “A Ghost Is Born”: Nunca le podré agradecer lo suficiente que me convenciera para ir. A lo mejor era el día, o era la compañía, era Vitoria… yo que sé… pero es, sin duda, uno de los mejores conciertos que he visto jamás. Vale, sí. Hay grupos que no has escuchado nunca, les ves en directo y flipas y tal. Pero esto no. Esto era otra cosa. Diferente. ¡Coño! ¡Habíamos conectado!. Cuando acabó el concierto y bajé de la nube, miré alrededor y todos estábamos igual. Y eso no pasa muy a menudo. Hasta hoy. Fan incondicional.
Una vez dicho esto, ya sabéis que soy un auténtico cebado de esta gente, así que cuando Oskar me pidió hacer una reseña de su último disco pensé, joder, qué putada. Wilco es de mis grupos favoritos, pero éste quizás no sea su mejor álbum…. Bueno, hace ya unos cuantos meses que salió, así que decidí volvérmelo a poner. Así. A volumen
Suena “Art of Almost” y me digo ¡hostias! Sólo esta canción vale discografías enteras. Nels Cline, el guitarra, acabaría él solo con la discusión Técnica Vs Feeling. Me encanta cómo suena esa guitarra. Bueno, me encanta cómo trabajan todas sus guitarras, Jeff Tweedy tampoco es manco…
Luego Tweedy tiene otra cosa, yo no tengo ni idea de inglés, y no le entiendo, pero no sé, siempre me recuerda a cuando un colega te está contando algo importante y personal, su voz tiene algo. Escuchad “Born Alone” u “Open Mind” y me entenderéis.
No se puede dejar de mencionar a John Stirrat, magnífico bajista, de los que parece que no hacen nada, pero que sin ellos nada sería igual, sus líneas de bajo siempre están donde tienen que estar, no sobra ni falta nada. Bueno, y qué decir de Glenn Kotche, junto con John forman una sección rítmica de las de quitarse el sombrero.
En este disco hay varias debilidades personales, “Down On Me”, “Capitol City” (esas campanas finales…) “Standing O”, o la que da título al disco “Whole Love” que siempre me ponen de buen humor.
No sé, el tono general del disco es tranquilo, muy bonito, tiene temazos… pero ya digo que quizá no sea su mejor álbum, aunque un disco “regular” de Wilco supera con creces los muchas otras bandas. Además, siempre es un placer escuchar a esta pedazo de banda, ya que lo que hacen, lo hacen con un gusto exquisito.
Por otra parte yo con ellos tengo el listón muy alto, así lo mejor será que lo escuchéis y os forméis vuestra propia opinión.
Comentario por Javichachi
Fotografía por WILCO