Si cada vez que pasan por aquí y dan un concierto la gente acaba hablando de apuntalar la sala por algo será. Si pones Grengus a tope en un equipo que realce bien los bajos podrás sentir como algo tiembla en tu estómago. No muchos tienen al alcance de la mano transmitir esa crudeza y potencia. Riffs que avanzan arrastrándose como una avalancha de lodo, arrasando con todo lo que se encuentran a su paso.
Grengus es ya el cuarto trabajo de Rhino, Horn of the. Segundo desde la ampliación de su nombre. A estas alturas este nombre ya lleva emparejado un sonido muy concreto y característico. Quien se encuentre sorprendido tras escuchar este nuevo album seguramente sea un nuevo oyente de la banda, porque Grengus cumple a la perfección con los requisitos de sus tres anteriores albumes. Aun así, Grengus marca un carácter distinto a su predecesor Weight of Coronation, sobre todo en lo que respecta a la duración de las canciones, que en esta ocasión con la excepción de Brought Back se acerca más a los cinco minutos que a los diez, osea, temas más directos y con menos desarrollo, pero capaces igualmente de producirte una seria lesión cervical a golpe de guitarrazos graves y contundente sección rítmica.
Si a alguien aun le quedaban dudas, el nuevo tabajo de los bilbainos es una buena consolidación, otro gran album a sumar a su cuenta y la constatación de que Horn of the Rhino tenían muy claro desde un principio el sonido detrás del que se andaban. Aquí no hay casualidades, Horn of the Rhino se está abriendo paso a golpe de buenos discos y Grengus es símplemente otro codazo más hacia la primera fila.
Comentario por Oskar Sánchez
Fotografía por HORN OF THE RHINO