Son ya quince albumes de estudio los que firma Nick Cave junto a los Bad Seeds. Tras Dig, Lazarus, Dig! (Disco de la Semana 616) mucha gente presagió el fin de la formación, ya que Cave parecía estar más centrado en Grinderman. Los rumores se dispararon cuando Mick Harvey, miembro fundador de la banda, que decidió alejarse de las malas semillas para pasar más tiempo con su familia, debido a diferencias surgidas con Cave durante el proceso de arreglo de las canciones. Sin embargo el australiano siempre sabe guardarse un as en la manga y ha recuperado para este nuevo album a Barry Adamson que no participaba en un album de los Bad Seeds desde el Your Funeral… My Trial de 1986.
La portada de Push the Sky Away muestra a Nick expulsando de la habitación conyugal a la magnífica Susie Bick, con la que lleva casado desde 1999. La imagen nos hace presagiar otro disco decadente, amargo, en ocasiones melancólico, rasposo, como esa sensación que deja el whiskey al pasar por la garganta cuando uno bebe sin pasárselo bien.
Sin embargo, según vamos profundizando en el disco nos vamos encontrando a un Cave más pausado y reflexivo, tal vez menos visceral, pero indudablemente emocionante. Esos sentimientos siguen ahí, pero vistos desde un prisma más maduro, reconociéndolos y explotándolos pero sin permitir que se desboquen. Formando parte de una banda sonora atormentada, que podría estallar en cualquier momento, pero no lo hace.
Aunque sigue escondido a los ojos del gran público, Nick Cave continúa construyendo una carrera memorable e impecable. Push the Sky Away, nos alerta de que los Bad Seeds aun tienen muchas cosas que decir, y estamos seguros de que nos quedan muchos álbumes interesantes que compartir gracias a ellos.
Comentario por Oskar Sánchez
Fotografía por NICK CAVE & THE BAD SEEDS