Una de las cosas que más me gusta del método de propuestas y votaciones que usamos en Noche de Rock para elegir el Disco de la Semana es que nos permite recuperar discos tan buenos como este unos cuantos meses después de su publicación. Últimamente no sólo los medios, si no también los fans se han apuntado a la carrera de “haber quien lo escucha / reseña antes” una carrera en la que no estamos dispuestos a participar, porque no deja respirar a los discos, porque convierte a la música en consumo rápido, y porque si un album sale en un mes muy poblado es posible que no llegues a darle el tiempo que necesita. Por eso, aunque salió en Septiembre ocupa el lugar de honor en esta semana de junio. Si ya casi no recordabas que existía, es momento de darle otra vuelta.
Devin Townsend es un músico con una carrera variada, e interesantísima, tal vez precisamente por eso no sea muy popular. La gente no le acaba de ubicar. Además de los cinco albumes publicados por Strapping Young Lad tiene en su haber otros quince editados con su nombre (Devin Townsend / Devin Townsend Band / Devin Townsend Project) y el número dieciseis que llevará por título Casualties of Cool ya está en camino. Poco se imaginaba Steve Vai que su gran descubrimiento para Sex and Religion iba a dar tanta guerra.
Straping Young Lad pudo ser considerada una banda muy experimental, pero siempre tuvo los pies firmemente anclados al metal: Death, Thrash, Progresivo, Industrial… pero metal. Sin embargo, en su carrera en solitario ni siquiera se ha impuesto esa atadura.
El mismo ha definido Epicloud cómo una celebración de la música que ha escuchado, le ha influenciado o ha tocado a lo largo de su carrera, y así aunque podemos disfrutar de sus enrevesadísimos riffs de costumbre, también tenemos momentos mucho más directos, rockeros, abiertamente pop, incluso cercanos a la música disco o adornados con un coro gospel.
Como guinda para un pastel perfecto, la buena fortuna ha hecho que Devin Townsend trabe amistad con Anneke Van Giersbergen que participa como segunda voz en epicloud haciendo crecer los temas hasta el infinito cada vez que abre la boca.
Así que nos reiteramos en la recomendación inicial. El tiempo pasa deprisa, muchos discos pasan por delante de tus orejas, pero necesariamente tiene que haber algunos que permanezcan, si no la música perdería todo su sentido. Creemos que este es uno de los que merecen seguir sonando cuando hayan pasado unos cuantos años.
Comentario por Oskar Sánchez
Fotografía por DEVIN TOWNSEND PROJECT