Muchos niños y niñas de los que estudian piano abandonan la música cuando les entregan el diploma del curso en el que deciden que ya están hartos. Sin embargo a Mario le mordió el grunge y formó Buzzstation. Dos discos después decidió darse un respiro de música intensa y pasó su etapa más punk y de cachondeo con DGNR. Cuando se marchó a Madrid a probar suerte, ya había sido por tanto pianista, guitarrista y batería.
La etapa madrileña fue aprendizaje y decepción. Algunos Hombres Buenos y Dias Extraños le ofrecieron contacto con la industria, acariciar la fama y ver las feas raices del negocio, pero también aprender mucho como arreglista y como músico profesional además de hacer muchos contactos. Al final poniendo unas cosas y otras en la balanza decidió que no estaba dispuesto a hacer música sin seguir la dirección que le marcaba su propio corazón.
Así que volvió a Cantabria con las ideas más claras, con mucho más recorrido y el talento más depurado y afinado, formó Belgrado junto a Ines Pardo y Chema Ruiz y algún tiempo mas tarde comenzó a perfilar la idea de Chico, componiendo los temas primero, buscando a la gente adecuada para grabarlos en interpretarlos después, encontrando finalmente la estabilidad suficiente como para empezar a ver Chico como una banda, más que como un proyecto en solitario.
Thereafter podría ser en resumen un poco de todo esto. Lo impulsa el espíritu independiente, pero lleva consigo el aprendizaje de un músico formado en muchos campos de batalla, que tiene claro como redondear un tema para que se convierta en un acierto, que ha sabido tomar las riendas de la grabación con pulso firme, pero sin prisas, dejando a cada tema cocinarse el tiempo adecuado para servirlo al dente. Chico es sin duda el disco de la madurez musical de Mario, en el que se recoge la experiencia vital de estos años. Un disco que le muestra de frente, mirando a los ojos y sin ropa.
Comentario por Oskar Sánchez
Fotografía por CHICO